“Uno se desacostumbra a su voz y pasa el tiempo a solas con su silencio, y el silencio se nos vuelve extraño y nos asusta.”
Andrés Trapiello “El gato encerrado”
Quizá sea que no hay nada que decir. O quizá hay tanto que decir que se me aturullan las letras en la puerta de salida y no se dejan paso las unas a las otras. O quizá sea aún más simple y sólo se trate de pereza, de no encontrar el minuto justo en que decido sentarme delante del ordenador y poner las neuronas a ordenar pensamientos, palabras, puntos y comas, en lugar de las cartas rojas sobre las negras en un solitario cibernético.
Quizá pretendo el final del callejón sin despedirme, salir de puntillas y sin colgar el cartel de fin en alguno de sus postigos. Cansancio o cobardía. Qué sentido tiene dejarse husmear, rascar, oler y hasta juzgar por quien no tiene ni ojos ni voz, a veces ni siquiera nombre. Me pregunto qué tiene de verdad el halago, el piropo, la felicitación que tan sólo pretende retenerte en casa ajena.
Cansada de leer sin elegir, de juzgar lo leído, a veces de mentir.
Cobarde por no ser capaz de alejarme de una vez por todas, por dilatar el tiempo, por no salir cerrando de un portazo dejándolo todo detrás de la puerta. Cobarde, porque al fin y al cabo es puro miedo, vértigo al pensar que me quedo sin vosotros.
Elena... ¿Cobardía? Por el mero hecho de exponerte, ya eres valiente. Nadie, creo, halaga y piropea sin sentido, para retenerte en casa ajena. Espero que sea así y si no lo fuera, no tiene importacia, creéme.
ResponderEliminarTe diré, que desde que te he descubierto, leerte, me fascina, por lo bien que lo haces, por como te expresas y lo que expresas.
¿Cobarde? ¿Por temer que te quedas sin nosotros? Fueras donde fueras, escibiendo como lo haces, volveríamos a ti y a tu casa. Así que, escribas en rojo o en negro, mientras exista este medio, yo, un rostro sin nombre, te leeré.
Gracias Juji, hay comentarios que huelen a sinceridad, pero créeme, con el tiempo he aprendido a oler la mentira.
EliminarDesde luego es un honor y una suerte que te sigan gentes como tú.
Un beso.
La mayoría de los comentarios son halagadores, sean ciertos o no, eso ya depende de la sinceridad de cada uno. Si que es verdad que a veces son más los comentarios que huelen a mentira y en nosotros está el cribarlos y poner a cada quien en su sitio dentro de nuestra escala de valores, es como todo en la vida,priorizamos y nos quedamos con lo que más nos cuadra.
ResponderEliminarYo de verdad espero que no decidas colgar el cartel de "fin" en ninguna parte, que te quedes con nosotros y disfrutes de lo que te aporte cada uno.
Un fuerte abrazo
Quizá es como dices Nerim, y es cuestión de ser sincero con uno mismo si es eso lo que se pide a los demás.
EliminarY no, no cuelgo ningún cartel de fin en ningún postigo, me imagino sin vosotros y creo que no estoy preparada para ello.
Un fuerte abrazo para ti.
Vamos, Elena, te noto un poco bajita hoy.
ResponderEliminarSaludos.
No creas Mamuma, no es tristeza lo que siento precisamente.
EliminarSaludos.
Helena.
ResponderEliminarCreo que estas pasando por un momento muy critico, pero tambien creo que te sobrara temple y entereza para salir de el.
Los que te seguimos y disfrutamos de tu espacio y de lo que nos regalas, lo hacemos con la mayor sinceridad.
Seria absurdo, seguir a alguien, para mostrarle lo que no se siente.
Justamente: somos muy sinceros y leales, porque en los blog decimos lo que pensamos y aprendemos a conocer el fondo de cada quien.
No nos dejes y ni lo intentes, porque verdaderamente nuestra tristeza seria muy grande.
Yo quiero abrir mi ordenador y verte ahi. no me preguntes porque, porque no hay respuesta, pero si sabes como dices percibir la mentira, tambien sabras percibir a la verdad y esa verdad es que: tu nos motivas y tu presencia es muy importante.
De una u otra manera, en los comentarios que faltan por venir y en el que me antecede: podras percibir que todos coincidimos en lo mismo.
¡Vamos muijer! Arriba ese animo, no te dejes vencer, regalanos siempre tu presencia y no te marches por marcharte.
Recuerda esto: si eres capaz de satisfacer a tus seguidores y nos regalas tantas entradas, tan amenas e interesantes, ¿que razon hay para dejarnos?
Un beso y mi mejor deseo para que este dia sea muy hermoso para ti.
Hay casos como el tuyo Pluma, pocos pero hay alguno en este blog. De lejos se nota la sinceridad de quien visita una y otra vez el callejón sin recibir nada a cambio en su casa, por falta de tiempo o cansancio.
EliminarDe ti siempre recibí cariño y ánimo para seguir, incluso reproches por mi tardanza en dar señales de vida.
No, no me voy, ¿no ves que soy una cobarde?
Un abrazo.
Primero te digo que escribes de puta madre, y eso no es ni un halago ni una mentira, así que tómalo como una cruda y simple, hermosa realidad. y segundo que hay etapas en esto de sequía casi total y de falta de gana por uno y mil motivos. Yo te podría contar los míos, el porqué escribir un par de poemas diarios y hasta cinco o seis y desde hace un tiempo no escribir practicamente ninguno y el que escribo con cientos de tachaduras. No me ha pasado antes y culpa hecho a mi estado de ánimo. Pero eso no quita que siga adelante -fuerza de voluntad me sobra- y eso por amistad, aunque virtual parezca una utopía, te pido. No podemos huir de lo que somos, ni tú ni yo sabemos.
ResponderEliminarUn abrazo Elena
Mira que me han dicho cosas bonitas en esta casa, pero eso que tú me dices me ha sabido a gloria, jajajaja, y un piropo así nunca es de mentira, jeje.
EliminarNo se trata de bajón en mi estado de ánimo, ya he dicho que seguir esta "empresa" consume mucho tiempo, demasiado para mí que soy de las que se lo toman todo muy a pecho.
Quizá me lo tome con más tranquilidad en adelante.
Un abrazo para ti Juan.
Quizá lleves razón Mª Carmen, pero cuando me comprometo a seguir un blog lo hago con todas las consecuencias, nunca falto, y si lo hago es por fuerza mayor, y créeme, eso agota a cualquiera. De hecho decidí dejar de seguir alguno antes que verme obligada a mentir por no hacer daño.
ResponderEliminarUn beso.
Elena No hace falta que investigues en los sentimientos de los comentarios, no todo el mundo sabe expresarse igual por la escritura.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el comentario de Mari Carmen Polo.
Acabo de conocerte, pero he leído todo lo que tienes escrito y cada escrito tuyo me aporta algo nuevo. Te sigo y me gustaría que sigas.
Un beso.
Vaya Rafaela, no sabía..., gracias por la dedicación a esta casa.
EliminarDesde luego gente como tú anima a una a seguir.
Besos.
Hará, no sé, unos cuatro, quizá cinco meses que vengo por aquí. Recuerdo perfectamente los primeros cruces de comentarios que tuvimos, resumidos en un “sin compromisos”. Así fue, así es, aquí estoy. Un abrazo.
ResponderEliminarY así es como debe ser, y por eso te agradezco tu permanencia.
EliminarUn abrazo para ti.
“Quizá pretendo el final del callejón sin despedirme, salir de puntillas y sin colgar el cartel de fin en alguno de sus postigos”
ResponderEliminarDe alguna forma lo barruntaba. Te entiendo y te comprendo. Aunque tus palabras duelen porque reviven en mi viejas heridas.
Si seguir se convierte en una rutina no deseada no te ayuda en absoluto.
Sé de jugar a los solitarios, hora y horas como una autómata porque te niegas a pensar porque todo te da igual. El paso siguiente es la reflexión. Ninguna decisión que tomes será cobarde. Será tuya y responsable.
Si necesitas este dejarlo todo por una temporada y colgar ese cartel “Hasta pronto” hazlo, ¡te estaremos esperando! Tómate tu tiempo en respirar. El esfuerzo cuando no se tienen ganas es contraproducente. Muchas veces hay que cerrar esa puerta para abrir otra más luminosa después.
Bss y ya sabes dónde puedes encontrarme siempre.
Lo he pensado cientos de veces pero al final no lo hago, no sé si por cobardía.
EliminarPor ahora seguiré, quizá más tranquila, sin agobios, porque "esta empresa" debe ser un entretenimiento, cuando se convierte en obligación, mal vamos.
¿Sabes? anoche abrí mi escritorio, leí tu comentario y me dio por reír. Abrí el word y escribí este post.
No, no cierro, pero el día que lo haga sé que te llevo conmigo.
Un abrazo.
Elena; no sabes lo bien que te comprendo, esta corriente que nos desenlaza y nos vuelve a enlazar, el cangilón de la noria del tiempo revivido, de lo perdido y lo recuperado.
ResponderEliminarPero pertenecemos a este mundo, el mundo de los aires andariegos, el mundo en que nos besarán las hadas y los demonios y las maravillas.
Dime, si tu te vas
dime callejón mio,
quién me va a curar el corazón partío.
Un abrazo tan grande como imagines.
Creo que a todos nos ha pasado en algún momento, dar vueltas una y otra vez acaba mareando, y uno se pregunta qué sentido tiene seguir montado en la noria.
EliminarPero no, por ahora se mantiene el callejón abierto a todo tipo de turista. No sé si curará algo, pero al menos pretende mantenerse con dignidad.
Un abrazo para ti Luis.
¿Sin nosotras/os, Elena? ¡Pero si somos Nadie!
ResponderEliminar¿¡Y la satisfacción de volar, de otear nuestro camino!?
Nada de portazos. Un par de besos y hasta la próxima.
Un abrazo.
Hasta la próxima Lavela.
EliminarUn abrazo.
Elena he sentido una tristeza inmensa sólo con pensarlo imagínate si fuera real.
ResponderEliminarDesde luego esto no tiene que ser una obligación y si ahora mismo te supone una carga tomate un descanso, te digo esto con todo le dolor de mi corazón pero lo hago pensando en ti.
Siempre he pensado que responder, de la forma en que lo haces, a todos y cada uno de los comentario que te hacemos supone un gran esfuerzo ¿Has pensado dejar de hacerlo? Seguro que eso te da un respiro.
Espero de todo corazón que no nos dejes te echaría mucho de menso aunque no lo creas.
Un fuerte abrazo
Sí te creo Chelo, por qué no iba a creerte.
EliminarComo ya he dicho a los demás, es algo que he pensado en varias ocasiones pero que no haré por ahora. ¿Las razones? ni yo misma me aclaro.
Lo de responder a cada comentario, qué menos hacer en consideración a quien se molesta por venir, leer y comentar.
Mucho más tiempo, y todos los días, empleo en viajar de blog en blog leyendo cosas de lo más dispar e intentar dejar un comentario razonado.
Agradezco tu cariño Chelo.
Besos.
Si te alejas, saldré a tu encuentro. Y tu figura será genuina en el callejón de la prisa y en cualquiera de esa Córdoba que amo y extraño. Me atrae la brevedad e intensidad de tu columna, apenas sin volutas, pero siempre apoyado el fuste en la basa de una cita contundente, fruto de lecturas que me hablan de ti. Tómame quizás por cobarde, por un medroso de perderte, pero no te calles, sigue pronunciando en este callejón por el que me deleito paseando, siempre a tu encuentro. Besos.
ResponderEliminarY yo estaré encantada de que me encuentres, pero... permíteme que alguna vez me esconda donde nadie me alcanza.
EliminarGracias Francisco.
Un abrazo.
Te comprendo, Elena. Si te apetece, te ofrezco la careta de las palmas de mis manos a modo de celosía donde te ocultes por algunos instantes, pero no de ti misma y con una mano a mano para rescatarte en el momento que lo pidas. ¡Ánimo, te queremos!
EliminarElena, te necesitamos en este callejón tuyo tan entrañable. Yo, siempre esperaré tu regreso y la belleza de tus letras.
ResponderEliminarUn beso.
Maripaz
Gracias Maripaz.
EliminarUn beso.
No sé lo que está pasando Elena, pero hemos comenzado el año un poco desanimados. Será todo lo negativo que nos rodea, oimos y pensamos. Yo hoy he puesto una entrada al cabo de casi un mes sin subir nada y mi hermana Luisa, ahí está, que no sabe cuando puede empezar, creo que hay un virus de desánimo que nos está contagiando.
ResponderEliminar¿Sabes porqué he tardado varias semanas en actualizar mi entrada? porque el tiempo que dedicaba al blog lo estoy dedicando a leer que hacia tiempo que no lo hacia.
Espacia la actualización y no te veas obligada a hacerlo cada siete o diez dias, hazlo solo cuando puedas.
Te aprecio mucho, de verdad.
Un abrazo, sincero.
Eso será Teresa, un virus con nombre cordobés, jajajaja...
EliminarGracias por los ánimos, te haré caso, publicaré sin agobios, cuando pueda; y el blog lo tomaré como un divertimento en vez de como una obligación.
Un besote.
Elenita...¿Estás triste? ¡¡¡¡Animo!!! Nosotros siempre estaremos junto a ti.
ResponderEliminarUn besote
La verdad es que no estoy triste para nada, pero se agradece el apoyo.
EliminarBesos.
No me importa que tu compañía sea en silencio. Ya sabes que los hombres no necesitamos hablar tanto y que podemos estar horas sin decir nada, pero si hace falta que sigas ahí. Besos.
ResponderEliminarAquí sigo Tawaki. Pero si no digo nada parece que no estoy detrás de la pantalla, este medio es así, se permite el silencio cuando hay mirada o tacto, aquí sólo palabras.
EliminarUn abrazo.
Otra vez por aqui Doña Elena. En el fondo todos somos cobardes de algo. Mira si te entiendo que yo ya he pasado por esto, el Curro que se creía el mas valiente. Animo que por aqui tienes un monton de amigos que te apoyamos . Un beso.
ResponderEliminarSerá como dices y todos pasamos por un momento de desgana. Lo bueno es superarlo y seguir.
EliminarGracias por tu apoyo Curro.
Un abrazo.
A veces no es ni lo uno, ni lo otro... yo tampoco sabría definir ese estado de aparente "ausentia".
ResponderEliminarNo pasa nada, tod@s transitamos por ese corredor en algún momento.
Sólo espero que sigas caminando a nuestro lado, aunque sea despacito...
Un super abrazote!
;)
Me estoy convenciendo Edurne, seguiré caminando aunque sea despacito, y aunque parezca ausente, aquí estoy.
EliminarUn beso.
Amiga Elena, porque así te considero, aunque sea virtualmente, no es nada de eso, o de todo un poco, pero, sobre todo, es que hay días nublados, necesarios para apreciar el sol. Mis halagos, desde luego, son honestos. Escribes como sientes.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta pronto, que seguro ya habrá sol.
Eso será, demasiados días nublados y sin caer una puñetera gota.
EliminarNunca dudé de tu sinceridad.
Un abrazo para ti.
O simplemente, cuñada, que se siente que una etapa se cierra, por descanso del personal, por miedo o por cobardía, por agotamiento, o pereza.... por dejadez también.... y lo dejas...y luego, puede pasar, que aun teniendo ganas de hilvanar sentimientos, sensaciones nuevas, nuevos momentos...sigues sin encontrar el momento, para recrearlos.
ResponderEliminarTe entiendo, cuñada.
Un beso fuerte...y no huelas aquía a mentira, eiiinnnnn.
¡¡Eh, tú por aquí, qué sorpresa!!
EliminarPues sí Ana, no sé qué me pasa, quizá sea impotencia por querer y no poder, o poder y no querer, no sé.
Sea lo que sea, por el momento aquí sigo. Lo que dure dura, jajaja...
Un beso.
Por experiencia, cuando el trajín nos agota, percibimos que hasta lo bonito cansa, lo dulce empalaga, incluso lo que más nos gusta nos harta y hasta se nos mete el impulso por querer escapar.
ResponderEliminarSi estás pasando por un momento parecido, toma tu tiempo, toma tu espacio, date el gusto de descansar, realiza esa separación de cuerpos que te haga sentir de nuevo la necesidad de volver. Y si acaso alguna vez tu alma no te pidiera el retorno, sigue lo que tu corazón te ordena y solo recuerda que en estás páginas sin rostros ni nombres hay gente “virtual” que siente una alegría real por saberte feliz a donde tú elijas estar.
En las pocas veces que he podido comentarte, me he remitido simplemente a suscribirte lo que tus líneas me hicieron sentir. Y no solo me refiero al texto y al contexto de tus escritos, sino también al sentimiento, la emoción y las sensaciones que le sabes imprimir. Tú de verdad sientes lo que escribes y se nota al leerlo, por tanto, no es lo que dices, si no el como lo dices lo que ante mis ojos te distingue.
¡Saludos!
Juan Carlos, lo que de verdad me agota es la posibilidad de no estar a la altura, de que pasen las semanas sin nada que ofrecer, y a la vez pasar horas leyendo y comentando lo que otros blogs publican a diario.
EliminarY sé que si me alejara ahora, la nueva situación me produciría un vacío extraño, me quedaría como una niña que enfadada tira de golpe su muñeca, sentada en un rincón, y arrepentida.
Pero te voy a decir algo más, comentarios como los tuyos, pensados, razonados, bien transmitidos, hacen que merezca la pena mantener abiertos los postigos de este callejón.
Gracias.
No se me ocurre que tú, alguna vez, no tuvieras nada que decir.
EliminarNo creas, hay veces que de verdad no tengo nada que decir, y lo mejor es callar.
EliminarUn beso Adelaida.