Al fin he aprendido que la vida es un puzle básico, apto para niños, y cuyas piezas son simples momentos, retazos a veces sin importancia que van modelando la imagen final. Que no hay que esperar al mañana ni trazar planes para los días venideros, los momentos son aquí y ahora, y no se deben obviar a la espera de otros que vendrán.
Que no voy a recuperar los minutos de espera, como no se recupera el sueño no dormido ni los besos guardados entre los dientes. Sólo ahora tengo que querer, es hoy cuando toca reír, es este momento el que se ofrece para vivir y se diluirá en el pasado si no lo abrazas con ganas. Que has de tomar ese tren en marcha, y si lo pierdes, no permanecer más de un segundo viéndolo partir, los trenes no dejan de pasar por tu acera aunque pienses que ya es tarde para ti. Los momentos se te ofrecen sin cesar hasta la extinción de tus días, son las piezas de tu puzle, es tu vida y nadie la vivirá por ti.