"Allí donde está el dolor, está también lo que lo salva."
Johann Friedrich Hölderlin
Volveremos a reunirnos en torno a la misma mesa, a pesar de que ahora toque llorar y flote en el aire un silencio espeso intentando taladrarnos el corazón. Y también habrá tiempo para la risa y los abrazos, es lo extraño de celebrar estas Fiestas que giran en una doble dirección, te incitan al llanto y a la risa con la misma intensidad, y en un momento concreto te paras y te bajas de la órbita loca que te enreda y eres capaz de ver más allá de las luces, más allá de las canciones y los colores brillantes. Agradecerás los abrazos sinceros que te llegan a tocar los huesos, las manos apretadas más allá de la piel y las miradas cómplices, más cómplices que nunca. Seremos capaces de sentir el dolor que anida en la carne ajena, y las ganas de abrir la puerta a la compañía de quien lleva años habitando con la soledad. Recordaremos momentos que no volverán, plancharemos el papel de nuestro futuro hasta dejarlo sin una arruga, aun sabiendo que se irá plegando en nuestras propias manos, y pensaremos que éstas pueden no ser las mejores Navidades de quienes tanto la supieron disfrutar. Por ello, y porque nadie se merece la tristeza, vamos a celebrar.
Felices Fiestas a todos.