“Me percaté entonces de que la alegría es un estado del alma y no una cualidad de las cosas; que las cosas en sí mismas no son alegres ni tristes, sino que se limitan a reflejar el tono con que nosotros las envolvemos”.
Miguel Delibes “La sombra del ciprés es alargada”
Porque no siempre la vida anda hurgándote en las heridas subterráneas del alma, puliéndote el corazón en piedra y derribando todos los muros que levantaste para protegerte de las tempestades que acechan sobre los tejados. Porque hay días que se presentan como un regalo inesperado cuando dabas por perdida la batalla en tu campo de rastrojos, y te marchabas con la mirada en cuclillas hacia el amargo territorio de los vencidos. Y te llaman, y abren sus brazos de par en par como los rayos del sol de un dibujo infantil. Y entonces notas que se vuelven a abrir los surcos por donde siempre se cuela la vida, gota a gota, hasta que vuelve a fluir el río. Porque a poco que arañes las paredes que te encarcelan aparece el azul bajo los grises y una ventana de cristales abiertos esperando que la saltes. Al otro lado. Allí donde las agujas avanzan a tu ritmo y los tiempos muertos sólo sirven para tomar impulso y seguir ascendiendo como una cometa arrastrada por la brisa de la playa. Allí donde puedes ver todo el lastre que tuviste que soltar, y comprobar que es posible sin que duela.
Porque nada encuentra más que congoja quien no escarba con uñas y dientes bajo los escombros del dolor y la pena.
"No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos". (Talmud)
ResponderEliminarY añado "y según el estado de ánimo que tengamos.
Los cielos, la vida, e incluso los cristales a veces nos parecen diáfanos, claros y hay días en que ni nos apetece comprobarlo. Pero hay que arrañar amiga como bien dices, nadie lo puede hacer por ti. Y por más que el mundo se empeña en que veas de colores si no lo asumes lo segurás viendo gris.
Como siempre es un placer leerte
Besos
Katy, también cabe aquí que vemos las cosas como estamos. Porque no todos los días son grises, también los hay claros y diáfanos, incluso tras la tormenta, sale el sol a bailar con el arco iris.
ResponderEliminarUn abrazo.
La vida es lucha.
ResponderEliminarPor muchos muros que levantemos, hay que defenderlos o serán derribados.
Estoy de acuerdo Elena,lo que vemos es un reflejo de nuestro yo en cada momento.
ResponderEliminarAspi, de acerdo contigo. Pero creo que hay muros que levantamos y que hemos de ser nosotros mismos los que los derribemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mamuma, es así, de todos modos, no siempre la vida se presenta de colores por mucho empeño que pongamos en ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente, muy bonito el post, me ha gustado mucho el final: "Porque nada encuentra más que congoja quien no escarba con uñas y dientes bajo los escombros del dolor y la pena"
ResponderEliminarQue bién reflejada está la verdadera lucha diaria, encontrar la alegría rascando bajo los escombros del dolor. Para ser feliz hay también que currárselo.
Un fuerte beso para mi escritora favorita.
Candela, me alegra que te guste el post. Y suscribo tus palabras "Para ser feliz hay también que currárselo."
ResponderEliminarOtro fuerte beso para ti, fenómena.
Te haré caso: escarbaré con uñas y dientes bajo los escombros del dolor y la pena. Una manera de superar las cosas es trascenderlas, no hay dudas. Me gusta lo que dices, Elena; me gusta como lo dices.
ResponderEliminarFrancisco, ojalá todos acabemos con las uñas llenas de polvo.
ResponderEliminarGracias, un abrazo.
Jodó, cordobesa de las luciérnagas califales. Cómo estás de imaginación y pluma.
ResponderEliminarYo que soy muy rústico y demasiado joven aún para entender las cosas de la vida, me quedo a cuadros pensando en que "las tempestades que acechan sobre los tejados" nos pueden llegar como en Lorca, o que "a poco que arañes las paredes que te encarcelan aparece el azul bajo los grises y una ventana de cristales abiertos esperando que la saltes."
No, no me salto ninguna ventana ni aunque me venga el Pepiño de visita porque el fostión puede ser como los que se pega el Isra bailando el aurresku.
Tella, eso lo dices con la boca chica, porque yo sé que si se te apareciera Pepiño, no sólo saltabas la ventana sino que te daría igual que abajo hubiese un acantilado.
ResponderEliminarY sí, ya sé que eres joven, a pesar de tus 102 años.
Espero que al menos se me aparezca de vez en cuando una luciérnaga califal con reminiscencias de los Omeyas, lo justo para seguir sin aburrir.
Un abrazo.
La vida es del color con que tu o yo o quien sea la mire...
ResponderEliminarComo siempre...chapó guapa.
Oye, Elena, cuando sueltas la mano, hay que ver cómo escribes de bonito. Ah, el regalo de esos días inesperados, y el impulso a no rendirse y seguir escarbándole lo que merece de verdad la pena a la vida. Mis congratulations
ResponderEliminarSaludos blogueros
Sonrisa, la vida tiene muchas tonalidades, a veces nos toca verla en gris y a veces en azul, aunque podemos ayudar con las gafas adecuadas.
ResponderEliminarUn besote para ti.
José Antonio, que juegas al despiste con tu nombre y me vas a marear, jajajaja...
ResponderEliminarClaro que sí, no todo en la vida va a ser penar, que también, pero de vez en cuando, un regalito para endulzarla no viene mal.
Un abrazo.
Elena, por supuesto que el color de la vida lo fabricamos nosotros pero cuando te llega el momento y ves derrumbarse los ladrillos de tu existencia y caen sobre tu cabeza hasta llegar a cubrirte. te sale una fuerza interior que ni siquiera sabias que existia y ......escarbas con uñas y dientes bajo los escombros del dolor y la pena". Un abrazo mi querida amiga.
ResponderEliminarTeresa, y tú sabes de eso ¿verdad? Tú sabes de caídas y de impulsos hacia adelante. Tú ya conoces esa fuerza que ni sospechamos todos tenemos.
ResponderEliminarUn beso enorme Teresa.
La alegría esta vez es por haber perdido el último post y no haber perdido todo el blog:(
ResponderEliminarHay alguno que no puedo no puedo recuperar y lo siento por los comentarios.
Mi último post se ha perdido también pero acabo de reeditarlo, blogger no va a hacer con mis post lo que quiera. ¡Ea! jajajaja...
ResponderEliminarUn beso.
A por ellos!!! yo he podido salvar tu comentario y algunos más, los demás volaron, pero seguimos en los blog, yo ya me temía lo peor.
ResponderEliminarUn beso.
Candela ¿y cómo has podido salvarlos? a mí me han volado todos con el post, menos mal que al menos guardo los textos que escribo en un documento de word.
ResponderEliminarUn beso.
Grrrrrr! Quñe rabia más rabiosa.. desde ayer que estoy intentándolo, aquí, allí, allá... y en mi blog también han desaparecido comentarios!
ResponderEliminarQué habrá pasado?
Bueno, el caso que parece ser que hoy ya podemos comunicarnos, así que por aquí me vengo, con prisa, sí, como todo en mi vida, prisa prisa y más prisa...
Pero vengo a dejarme besar el alma con estas letras tan especiales, para recordarme que todos los días no son iguales, que hoy, igual estoy llorando, pero que mañana, tal vez, esté riendo...
Yo seguiré escarbando y terminaré sin uñas!
Un besooooote!
;)
Qué le vamos a hacer, son cosas de la técnica, que cuando dice a fallar, lo hace más que una escopeta de caña.
ResponderEliminarGracias Edurne por tus palabras, y reposa chiquilla, que nunca fueron buenas las prisas.
Un beso.
Gracias por ese consejo de que hay que escarbar con uñas y dientes bajo los escombros del dolor y la pena. Habrá que hacerte caso . Un beso
ResponderEliminarChelo, gracias por tener en consideración mis palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Mª Carmen, ¿aunque llueva? será gracias a que llueve, jajajaja...
ResponderEliminarQué manía le tenéis a la lluvia, ¡si sólo es agua!
Pásalo bien en esa cena.
Un beso.
Es verdad, Elena, las estrellas son parte fundamental de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lavela, así es pero no sé qué tienen que ver las estrellas con el post.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Elena!! Como siempre me encanta lo que escribes. Volví y me hicieron felices los comentarios de ustedes, mis amigos blogueros.
ResponderEliminarBesosssssss
Gabriela, yo me he acordado mucho de ti y me alegro muchísimo de tu vuelta.
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo de bienvenida.
¡Bravo por Delibes y bravo por ti, Elena!
ResponderEliminar¡Cuánto sabéis y...qué bien lo decís!
Al leeros, valido mis propias experiencias.
Sobre todo bravo por Delibes. Cuando leí su libro me recreé en muchas de sus geniales frases que voy dejando por este callejón para compartirlas con vosotros.
ResponderEliminarGracias Anónimo, siempre tan generoso conmigo.
Elena, repasando mis visitas veo con asombro que mi comentario no salió y estoy segura que lo hice, como nuestro común amigo Bogger ha etado un poco loco, segura estoy, que ha pasado algo.
ResponderEliminarTu entrada, como todas, reflejan el gran dominio de las palabras que tienes y sabes encadenarlas para que suenen armónicas en nuestros oidos.
No sabemos la fuerza que el ser humano tenemos para escabar con uñas y dientes en los escombros del dolor y la pena para seguir a delante y afrontar lo que venga.
Un fuerte abrazo mi querida amiga.
Hay un par de cuestiones en mi blog para ti;)
ResponderEliminarhttp://katy-pasitoscortos.blogspot.com/
Es un pequeño reto que si no te apetece puedes rechazar, pero me encantaría no lo hicieras
Teresa, se borraron todos los comentarios que hasta ese día en que blogger se volvió loco tenía, y entre ellos el tuyo. La entrada también desapareció y la volví a editar.
ResponderEliminarGracias por volver a dejar tu comentaro.
Un beso.
Katy, ya te dejé comentario en tu blog sobre el reto.
ResponderEliminarA mí no me importaría tomarlo pero no me gusta comprometer a ciertos comentaristas que pasan de estas cosas.
Un beso.
Bueno parece que las cosas están revueltas por los blogs, me ha venido bien el estar unos días apartada del ordenador, he tenido la visita de una amiga de Barcelona, con mucha ganas de ver Córdoba y sus patios, y tengo los pies que no me los siento y el blog atrasadísimo.
ResponderEliminarPero igual me ha venido bien y me he librado de alguna jugarreta de Google.
Elena en este post te encuentro con la mente en mejor disposición de retomar tu ánimo y me alegra mucho.
Igual que mi hermana, el ultimo párrafo de tu entrada es la que me ha gustado porque bien sabemos que es verdad que si no se escarba con uñas bajo los escombros del dolor, nunca se sale adelante de las zancadillas que nos pone la vida.
Muchos besos amiga, y sigue así.
Luisa, no veas lo que pasó el jueves y el viernes pasado, desaparecieron los últimos post de todos los blog con sus comentarios y todo.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste este post. Siempre me das aliento para continuar con estos pequeños textos.
Besos.
Casi siempre hay más claros que nubes, lo que pasa es que le damos más importancia a las tormentas.
ResponderEliminarTawaki. Hoy sólo me deja comentar como anónimo.
Puede que sea como dices y nos paremos más en esas tormentas y dejemos pasar los días de sol.
ResponderEliminarParece que blogger no para de hacer de las suyas.
Un beso.