Ivo Andrić “Un puente sobre el Drina”
A mi madre y a mi prima que no desfallecen en la lucha.
De nuevo volver a los pasillos silenciosos de miradas caídas y sonrisas derrotadas, a las habitaciones verde hospital sin ventanas y a la luz artificial diurna. Volver al tiempo de espera con las pupilas clavadas en las rodillas. Volver al látex y la lejía, y al sudoku que acelera las manecillas de las horas. Es inútil acompañarse de un libro, quién lee mientras los ojos descoloridos de un niño con gorra y cabeza pelada te preguntan “por qué la vida le pone zancadillas a un niño de ocho años”. Y se me cae el alma al suelo mientras busco una casilla para el ocho que no acaba de encajar en la cuadrícula, ni en la vida. Aparecen batas blancas fantasmales que atraviesan puertas (o paredes), y desaparecen poniendo a prueba el reloj de la paciencia ajena. Volver a escudriñar con el cristalino interrogante, indiscreta, en otra cara el gesto de la esperanza que calme el desasosiego del que no sabe y teme. Volver al miedo a lo desconocido sin más opción que dejarse llevar como el náufrago que se aferra a su salvavidas en medio de un mar embravecido.
Volver a recordar que nadie está a salvo, que la trinchera se vuelve fina y transparente, vulnerable, frágil, débil, humana.
Volver, otra vez, al tacto de lo frío.
Espero Elena, que todo vaya bien por tu casa.
ResponderEliminarLa prosa estupenda como siempre.
Un fuerte abrazo.
Todo bien, en la lucha.
ResponderEliminarUn beso Sonrisa.
Hola Elena es el recorrido de algunas personas, fue el recorrido una y otra vez de mi padre a traves del abvida, de hospital y en hopital y nadie te responde. Nuestros encuentros familiares al pie de la cama.
ResponderEliminarMe has vuelto a traer el recuerdo. Te dejo el enlace de una carta que escrbió su nieta mayor que salió en la radio. Si te apetece la lees.
Te comprendo perfectamente aunque no lo sepa expresar tan bién como tú. Se sientey lo siento de veras amiga.
Un beso
http://katy-pasitoscortos.blogspot.com/2009/01/tibor.html
Leeré esa carta Katy. Pero tranquila, no pasa nada nuevo, todo sigue según el camino trazado, mientras haya tratamiento hay esperanza y seguimos en la lucha, sin desfallecer.
ResponderEliminarUn beso amiga.
Espero que tus palabras solo sean figurativas Elena. En cuanto al post, eres única al describir un ambiente tan hostil, sobre todo si hay niños de por medio, dándole ese toque tan cálido, a pesar del frío, o del miedo.
ResponderEliminarUn besazo maja.
Candela, con alguna licencia literaria, pero el post es una realidad.
ResponderEliminarPero nada que no esté previsto y controlado.
Gracias guapa.
Maravillosamente expresado lo que por desgracia muchos hemos tenido que sufrir por diferentes circunstancias.
ResponderEliminarMe atrevo a sugerirte que eches un vistazo a mi último post en el que hablo de la editorial Ediciones de La Discreta, con la que colaboro habitualmente. Creo que te puede interesar y, si es así, te agradecería que la difundieses entre tus lectores.
Mucho ánimo y te sigo leyendo.
Un saludo desde Brevemente.
Ya sé Mª Carmen, pero te remito a tus propias palabras que me dedicaste en su día, hay que vivir, tirar para adelante y aferrarse a lo que tenemos para continuar.
ResponderEliminarUn beso muy muy gordo.
Obiwan, me pasaré por tu casa y leeré ese post.
ResponderEliminarGracias por tu visita a mi callejoncito.
Un abrazo.
El tacto se hiela cuando el infortunio se hospeda en las entrañas de los pequeñines.¡Ánimo!
ResponderEliminarEse tacto de lo frío es la experiencia dura que no se conoce hasta que llega, y cuando se conoce de antemano resulta aún peor.
ResponderEliminarTe deseo que te sea breve la estancia en ese lugar acompañando a alguien querido.
Lo terrorifico de esos lugares, tal como comentas, es la mirada y presencia de niños que saben que viven bajo una espada mortal.
Siempre he odiado los pasillos y habitaciones de hospitales, incluso el olor que muy bien citas.
Observo que has colocado "Los Regalos de los Amigos" y en verdad tienes muchos. Como te mereces.
Que no sufras en exceso te deseo. Mejor haz como haces, escribe.
Un abrazo
Frío, pero esperanzador.
ResponderEliminarMientras queda eso, queda lo más importante.
Ánimo para ellas.
Un beso para ti.
Francisco, el ánimo y la esperanza nunca se pierden, aunque a veces se hacen pequeñitos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tella, el olor, la incertidumbre, la espera, la esperanza, las miradas..., todo junto entre las frías paredes de un hospital que nos produce rechazo y a la vez es nuestro único salvavidas, y al que nos aferramos como niños desvalidos.
ResponderEliminarPero nada que no estuviera previsto como ya he dicho en otros comentarios. Seguimos con el tratamiento.
No me digas que ahora te das cuenta del slide de los regalos de los amigos. No me gustaba llenar todo el blog de "premios" y decidí crear el slide en el que caben todos los regalos (prefiero llamarlos así) de la gente que muy generosamente se ha acordado de mí y a los que estoy muy agradecida. ¿Has visto que guapetón está el Polikarpo?
Un abrazo.
Gracias Adelaida. En verdad son dos luchadoras dignas de admirar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Les deseo toda la suerte del mundo, y que puedan vencer en su callada lucha.
ResponderEliminarsaludos
...y si luchan es por que alrededor de ellas existen personas que saben que las necesitan, que saben que las quieren, que apuestan por ellas, amiga Elena.
ResponderEliminarNos sentimos impotentes ante ésta enfermedad y, cuando tenemos a algún familiar con ella, nos toca vivir facetas diferentes. Nos toca vivir su tristeza, su depresión..., su dolor, pero también su fortaleza para seguir viviendo. Tenemos que estar ahí, servirles de pedestal, de cimiento..., luchar con ellas contra esa enfermedad..., su enfermedad. No nos queda más que animarlas, entenderlas..., querelas mucho.
Sin duda alguna, te tienen a tí, Elena..., tienen a toda tú familia como soporte.
Que nunca pierdan las esperanzas..., que nunca las perdáis, mí querida amiga. Todo irá bien..., todo saldrá bien.
Un abrazo. Un beso fortísimo.
Caray Dñª.Elena, hoy nos ha situado en la cruda realidad de la vida, en las situaciones que unos miramos con indiferencia pensando que a nosotros no nos puede pasar, porque nos creemos fuertes, y creemos estar a salvo en la trinchera (como usted bien dice), pero cuando la fría realidad de una enfermedad nos alcanza, algo nos desgarra por dentro y por fuera, y lo primero que hacemos es refugiarnos en nosotros mismos desterrando los malos augurios del mal que nos acecha, luego, buscamos la salvación en el refugio de un Hospital, aguantando sesiones interminables de esperas en sus frías salas, viendo el interminable pasar de batas blancas, y cuando nos toca el turno, respiramos tranquilos esperando un diagnostico que nos libere.
ResponderEliminarEspero que todo vaya bien. Un abrazo
Gracias Mamuma. Son fuertes y tienen mucho coraje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lola, qué alegría verte por aquí. No me gusta que tardes tanto en visitarme, si no tienes tiempo de leer no leas, pero di hola aunque sea.
ResponderEliminarLlevas razón, la familia es importantísima y ellas tienen una que las quiere y no las deja.
Un abrazo enorme Lola.
D.Manuel, es la cruda realidad que se nos presenta sin esperarla y a la que hay que aceptar para luchar con todo el ánimo y fortaleza.
ResponderEliminarPor lo demás, poco más que añadir a su certero comentario.
Un abrazo.
Yo tampoco me había dado cuenta del slide de los regalos, pensaba que no habías cogido el mio.
ResponderEliminarComo me he incorporado al blog hace poco , notaba que pasaba algo pero no sabía el que .
Me he quedado sin palbras y lo único que te puedo decir es ¡ Ánimo ! y un beso muy fuerte
Chelo, el slide es una buena idea, creo, para no llenar el blog con una hilera interminable de imágenes haciendo que la página tarde un siglo en cargar.
ResponderEliminarGracias por el ánimo.
Un beso.
Hoy más que nunca, hago mias tus palabras (con tu permiso, eso si)
ResponderEliminarMil abrazos
Nerim, lo tienes, mi permiso quiero decir.
ResponderEliminarUn beso.
Elena he leído tu entrada y me he emocionado de manera tremenda y después de haber leído todos los comentarios que te han hecho, se me ha puesto un nudo en la garganta por el contenido de todos ellos. Sé, como espectadora de primera fila, todo lo que conlleva estos momentos, lo que se siente ver que la vida cambia completamente en unos segundos, cuando el medico te dice lo que hay y desde ese mismo instante tienes que "empezar a saber vivir". Un beso y deseo que todo transcurra con esperanza y fortaleza.
ResponderEliminarPero que bien escribes ,prima...y ya sabes...: ELLAS nos dan ánimo a todos los que estamos ahí detrás...cuídate y saludos para todos.
ResponderEliminarElena lo más importante es no desfallecer, luchar y luchar hasta conseguir vencer, con tratamientos, con cirugía con lo que sea pero no podemos darnos por vencidos.
ResponderEliminarBien se lo que estáis pasando, lo pasamos con mis padres, y lo seguimos pasando con alguien a quien quiero con toda mi alma y para mi es muy importante.
Los que estamos a su lado solo podemos apoyar, acompañar compartir sus miedos y sus malos ratos, porque los tratamientos en ocasiones hacen estragos en el cuerpo.
Tengamos la fuerza y la confianza de que se curaran y podrán vivir muchos años.
Un abrazo amiga y "palante".
Parece ser que siempre se siente mas cuando son niños...ellos tienen una vida por vivir, esa que le deseo al que aludes.
ResponderEliminarTu forma de hacernos saber su estado magnífica, delicada y dudosa a la vez, por ese no saber que nos deparará a todos.
Puedo asegurarte que esa sensación la tengo cada vez que visito a mi hermana impedida por una encefalopatía; a veces la muerte es la máxima liberadora del sufrimiento.
Un abrazo y su recuperación.
Teresa, lamentablemente somos muchos los que vemos desde la primera fila el temor y la incertidumbre en las caras de nuestros seres queridos.
ResponderEliminarY lo que más me sorprende es que son ellos, los protagonistas, los que nos animan y calman.
Un beso.
Julio, es lo que le digo a Teresa, son ellas las que nos dan ánimos. Es sorprendente el sentido del humor que tienen y la fuerza con que se enfrentan a la verdad.
ResponderEliminarUn enorme abrazo y besos para la familia.
Cordobesa, mi familia no desfallece, y lo mismo que somos una piña en las alegrías, también lo somos en los momentos más difíciles. Te lo aseguro. Es lo mejor que tengo, una gran familia.
ResponderEliminarUn beso guapa.
Ysupais, es muy triste cuando toca a los niños, es incomprensible, no se entiende, pero gracias a Dios, no es el caso que me toca.
ResponderEliminarSiento lo de tu hermana, debe ser terrible no saber cómo enfrentarse a un caso así.
Un abrazo y ánimo.
Espero que todo se resuelva favorablemente.
ResponderEliminarVas a necesitar fuerza y coraje.
Recuerda que cuentas con nuestro cariño.
Mucha suerte.
Lo sé Aspirante, muchas gracias. El coraje no les falta a ellas, son admirables.
ResponderEliminarUn beso.
No me gustan los hospitales, cada vez que entro en uno aunque este sano me pongo enfermo de repente. Ellas luchan y tu estas a su lado, y estos dos brazos gallegos ahí los tienes para seguir luchando a tu lado, para ayudar a tu madre y hermana. Una cosa es cierta, eres buena hija de tu madre, porque coraje tu tienes para dar y tomar.
ResponderEliminarUn beso mi carteyana guapa
Mientras hay vida, hay esperanza. Intenta disfrutar del tiempo que todavía te queda por compartir con tu madre, que ya verás como es mucho, nuestra familia es luchadora, y ella lo es aún más. Hemos pasado un duro final de año, pero como tú misma le pedías al 2010 por fin se fue, aunque arrancándonos para siempre un trozo de nuestra alma. Yo ya los perdí a los dos, pero por suerte tengo a mi lado gente como vosotros.
ResponderEliminarOs quiero un monton.
Juan
Javier, es lo paradójico de los hospitales, por un lado sentimos rechazo pero por otro nos tranquiliza que existan.
ResponderEliminarYa sé que puedo contar con tu apoyo, eres un gran amigo, y no olvides que yo soy tu amiga.
Un besote, gallego terco.
Elena te comprendo perfectamente, tengo dos hermanas, una operada de cáncer de mama, la otra de cáncer colorrectal, las dos han sufrido un calvario de radio-quimioterapia,pero siguen adelante luchando con sus revisiones óncologicas y la esperanza intacta.
ResponderEliminarPorque es nuestro niño
en su cepo de luz,
por la llave apresada en su cierre de armiño,
... ya es nuestro niño,
si Dios existe, no tiene perdón de Dios.
Un fuerte abrazo.
Juan, mi querido Juan, mi primo Juan, yo también estoy muy orgullosa de tenerte a mi lado, como siempre, como cuando éramos unos mocosos sin preocupaciones y la vida se nos hacía eterna. Como cuando no nos teníamos que decir que nos queríamos porque eso era algo que sentíamos y no necesitaba palabras, sólo tiempo compartido.
ResponderEliminarY si en algún momento, la distancia tensó el cariño y dudaste, te recuerdo, esta vez con palabras que te quiero.
Luis, difícil encontrar una familia en la que no haya alguien luchando con fuerza y esperanza.
ResponderEliminarY lo paradójico es que son ellos los que dan fuerza a los que estamos alrededor.
Dios..., a veces parece como si no existiera.
Un abrazo.
Tu sensibilidad me abruma, amiga Elena. Te pediría que intentaras obviar lo que te rodea, que te convirtieras en plástico para no sufrir; pero tú no eres de las que pasan por la vida de puntillas y son inútiles los consejos. Estás viva, nada te es indiferente, y eso es lo que importa. Calienta lo frío.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mercedes, pasar de puntillas por la vida no tiene sentido, para qué vivir sin sentir.
ResponderEliminarLo frío es difícil de calentar cuando las manos también están frías.
Un beso Mercedes.
Uff cuanto comprendo esos momentos de espera, de angustia en un hospital y fijate que trabajo en uno, aunque sufras por lo que le pasa a los que estan alli cuando te toca a ti, es desconsolador.
ResponderEliminarAnimo y para adelante bien fuerte.
Primavera
Primavera, si trabajas en un hospital poco te puedo decir que no sepas.
ResponderEliminarGracias por el ánimo.
Un beso.
ELENA
ResponderEliminarAMIGA UM BESITO e Poesia...
RÍA
Ría de Aveiro
Tan poco te tengo cantado
Tan poco te tengo escrito
Y tu Ría...
Llena de belleza
Llena de canales
Con aguas azules y bellas
Vas esperando que te cante
Que hable al mundo
De tu belleza sin fin
De tus barcos moliceiros
Coloridos y acogedores
De tu rocío...
De tu gente...
Y de tu belleza...
Linda Ría de Aveiro.
Un canto de belleza a algo por si ya tan bello... Aveiro
BESITOS
Gracias África, un placer contar con tus versos en esta casa. Bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Conozco esa sensación y me hiciste revivirla fielmente. Espero que todo salga bien... como tú dices, mientras haya lucha, hay esperanza.
ResponderEliminarUn abrazote.
Gracias Cutzpallin.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aquie estoy para acompañarte en estos frios momentos. Conozco el ambiente que tan magistralmente relatas, por lo personal y por lo profesional. Duro estar entre los que esperan pero no menos entre los que creen que pueden y a veces no pueden.
ResponderEliminarUn beso
Mª José, yo sólo conozco un lado, pero debe ser decepcionante querer y no poder hacer nada, lo comprendo.
ResponderEliminarUn beso.
Muy emotivo Elena...el sufrimiento en los seres que amamos, es muy duro, sobre todo si son niños.
ResponderEliminarUn beso y todo mi cariño
Gracias por el cariño.
ResponderEliminarUn beso Maripaz.
No solo por mi trabajo lo decia sino por lo que me toca tan cercano pasar por todo lo que explicas, la enfermedad de mi madre es la que nos llena de tristeza, ojala que solo sea esta tristeza pasajera y que hemos vencido tan mala enfermedad.
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana
Primavera
Cuenta con mi apoyo Priavera, veo que pasamos por los misos momentos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo frío nos deja en la ruina, en los huesos. Sobre todo si está en casa, con la mente desvariada. ¡Cuánto amor y paciencia!
ResponderEliminarY en las habitaciones blancas, es cierto, multiplican sus dagas.
Un beso, Elena.
Lavela, esas habitaciones son dagas frías por sí mismas.
ResponderEliminarUn beso.
A ti por tus visitas y la huella que has dejado en este blog.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Elena:
ResponderEliminarHe llegado aquí de casualidad, y no me resisto a escribirte la frase de Serrat.
Verás, en el año 4 o 5 tuvo que dejar su gira de conciertos por un tumor en la vejiga. Cuando en la rueda de prensa le preguntaron cómo estaba, respondió (y ésta es la frase:
"Lo importante no son las cosas que nos pasan, sino cómo afrontamos lo que nos pasa".
Ánimos y fuerza :)
Nusa, me alegro de la casualidad que te trajo hasta aquí.
ResponderEliminarComparto la frase de Serrat completamente.
Gracias.
Un abrazo.
Hola guapa, en mi casa tienes un regalo para tí, pasa cuando gustes a recogerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Elena, para que lo subas a tu colección, si te apetece, tengo un regalito para ti. Besos.
ResponderEliminarPero querida Teresa, ya lo recogí, ¿no te diste cuenta? en el slid de la derecha está con todos los REGALOS DE LOS AMIGOS.
ResponderEliminarTambién te felicité en tu blog y agradecí el detalle.
Gracias.
Los hospitales, esos fuertes desde los que se lucha contra el dolor y la enfermedad, siempre rebuscan entre nuestros miedos más ancestrales. Mucho ánimo, amiga.
ResponderEliminarUn beso.
Un beso para ti Tawaki. Y muchas gracias por los ánimos.
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