Friedrich Nietzsche
Hoy es un día muy especial para uno de mis hermanos. A pesar de ser el primero en nacer se llama Segundo, nombre muy habitual en mi familia, pues mi abuelo materno se llamaba así y de cada uno de los ocho hijos que tuvo, nació un nieto con su nombre.
Ahora podría contaros que mi hermano es una persona muy seria y de cabreo fácil, pero el papel me llama a recordar aquellos días en que no nos importaba cumplir años y vivíamos en un mundo azul transparente…
Lo nuestro eran las peleas fraternales continuas, incluídos puñetazos y la torcedura dolorosa de algún dedo. Por supuesto yo acababa llorando y mi padre regañando a mi hermano, independientemente del lado en que estuviese la razón. Alguna ventaja tenía ser la pequeña de la casa, aunque sólo me duró nueve años, los que tardó mi hermano pequeño en nacer.
Lo cierto es que a pesar de nuestras discusiones, no podíamos estar el uno sin el otro y el otro sin el uno, éramos pequeños cómplices que se aliaban para cualquier demoníaca invención. Por aquel entonces no nos llamábamos por nuestros nombres, él era “el niño” y yo “la niña”, y cuando llegábamos a la casa, lo primero que hacíamos era preguntar por “el niño” o por “la niña”, según el que faltara.
Recuerdo que el mejor momento que pasábamos juntos era aquél en que estábamos solos en el piso, y los armarios y los cajones nos llamaban para registrarlos hasta los más recónditos rincones.
Era alucinante ver la facilidad que tenía para subir al techo del armario de mamá en busca de algunos Reyes Magos escondidos, mientras yo esperaba abajo, impaciente porque me contara lo que había visto allí arriba, en el techo del mundo; o la cantidad de artilugios que sacaba de los cajones del aparador, que aunque siempre eran los mismos, para nosotros adquirían formas y colores diferentes cada vez que salían de su escondite. Abría los cajones como quien espera que algún mago los llenase de cosas nuevas todos los días para que nosotros las descubriésemos, como hacían los exploradores en selvas y tierras lejanas.
Yo siempre lo admiré, era mi hermano mayor, y ese hecho me hacía sentir protegida, no sabría decir de qué, pero así lo sentía.
Fuimos creciendo y nunca tuve problema en contarle mis cosas de adolescente, él siempre estuvo ahí, escuchando, apoyando y haciendo que jamás echara de menos a la hermana que no tuve.
Hoy somos dos personas de esas que se llaman adultas, con problemas e intereses de adultos que ya no viven en un mundo azul transparente. Y aunque el paso de los años alargó los lazos que nos unían, jamás se llegaron a romper.
Hoy cumple años, no tengo regalo para él, sólo quiero decirle:
“Niño, la niña te quiere mucho”.
Cuñada...cuántísima emotividad...cuántísimo cariño. Felicidades a tu hermano!!
ResponderEliminarUna foto preciosa...
Muassssssssssss
Cuñáaaaaa.....¿estabas detrás de la puerta? jajaja....
ResponderEliminarQué rapidez, chiquilla.
Yo le daré un besito de tu parte.
Besos para ti.
Qué bonito regalo, Elena!
ResponderEliminarMe has emocionado, cielo!
Y sólo decirte:
"Niña, díle al Niño que Felicidades"
Besos, preciosa
Gracias Emibel.
ResponderEliminarLe daré besos por la mañana, ahora lo dejaré que duerma, jeje.
Besos para ti, guapa.
aiiiiii que bonito recordar esos momentos de la niñez y esos lazos tan fuertes, me has emocionado mucho Felicidades a ese "niño" que no dudo que a pesar de ser adulto, siga siendo un niño.
ResponderEliminarY mira por donde ya he descubierto quien es la cuñá de ana jajajaja.
Besitossssssssssssssssss
El amor es el mejor regalo que puede recibir alguien, Elena, así que tu hermano será feliz.
ResponderEliminarUna vez más, tus recuerdos son entrañables y disfruto con ellos.
Siguiendo la costumbre, te dejo uno mío.
Mi hermano y yo nos llevamos un año y soy la mayor. Siempre juntos, yo era tranquila, más él, ¡ay!, no paraba un momento. Se empeñaba en luchar y como no le hacía caso, se me tiraba al cuello por la espalda. Ná, me inclinaba hacia adelante y lo hacía caer sin esfuerzo.
Entonces se ponía a berrear: "¡Mamaaaaaaaá, Teresa me ha tirado al suelo!". Y ya estaba mamá riñéndome a mí... ¡Qué cruz! :D :D :D
Sobre la manera de llamarnos, cuando nací yo, mi padre me llamaba Cucona, pero al nacer él pasó a ser Cucón y yo recuperé mi nombre de pila, je je je...
Hoy día, sus amigos le conocen como Cuco porque se siente orgulloso del apodo. Aunque lo haya retocado un pelín ;D
Besos para la niña y el niño.
Hopla Elena!! El mejor regalo amiga, el cariño. Esos recuerdos hermosos de la niñez tienen un valor incalculable.
ResponderEliminarBesosssss. A tu hermano también.
Hola Elena, felicidades en el recuerdo para los dos y que lo celebréis con alegría. Yo solo tengo una hermana y desde luego las peleas no eran frecuentes porque ella es la dulzura personificada y dos no pelean si uno no quiere. Y en las travesuras imágina quién llevaba la batuta...
ResponderEliminarNo conozco unos hermanos que no se hayan peleado. Es un mundo en dónde el amor y el odio juegan al escondite. Y termina triunfando el amor. "A mi hermana ni me la toquen"
Besos y me ha encantado recordar de tu mano
Sé de lo que nos hablas hoy, también yo tuve un compañero de juegos y travesuras de sangre con el que aprendí a dar los primeros pasos en esta vida. Un bonito homenaje a tu hermano; espero que cumpla muchos máa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Doña Elena, cada día te superas en el relato corto e interesante. Se hace corto leerte. Y me admira la memoria que tienes de cuando eras niña.
ResponderEliminarEsos lazos infantiles suelen ser el lazo más fuerte existente entre personas. Aunque se viva de adultos en lugares muy distantes.
Vuelvo a sentirme a gusto conmigo mismo después del balsamo de tu narración. Llevo una temporada con ataques histéricos de un trío de fanaticos religiosos, y necesitaba bajarme del cabreo interno.
Gracias, Elena.
Elena, es una suerte para tu hermano tener una hermana como tú y estoy seguro que para él es lo mismo respecto a ti. Así que mi felicitación a ambos.
ResponderEliminarYo soy el pequeño y me hubiera encantado tener una hermano mayor, pero me tuve que conformar con todo chicas y tampoco me ha ido tan mal.
Un abrazo.
Mar, hoy felicitaré a ese niño de parte de todos los blogueros, jajaja...
ResponderEliminarY sí, mi cuñá es Analaprof, una persona a la que también quiero mucho.
Besos.
Leona, creo que todas las relaciones fraternales más queridas son las que se basan en las peleas y posteriores reconciliaciones.
ResponderEliminar¿Tú has visto alguna vez a unos hermanos que no se peleen?
Ahora que caigo, mis hijos se deben querer una "jartá", jajaja...
Besos para ti.
Gabriela, sin duda, el mejor regalo es el cariño que se demuestra.
ResponderEliminarMi hermano y yo, aún discutimos bastante, pero el enfado nos dura sólo el momento de la discusión. Ahí queda hasta el próximo atranque.
Besos amiga.
Katy, no sé, dudo quién llevaría la batuta en las discusiones, jajaja...
ResponderEliminar¡Pobre María! jajaja...
Te digo como a los amigos que han comentado antes, no conozco una buena relación de hermanos sin que se hayan peleado.
Besos guapísima.
Mercedes, es casi imposible pasar la mayoría del tiempo con alguien sin que existan discrepancias. Lo bueno es que al final, por muchas discusiones que se tengan, el cariño es lo que queda.
ResponderEliminarBesos.
Tellagorri, menos mal que se os hace corto leerme, si fuese al revés, cerraría el chiringuito.
ResponderEliminarSiempre digo que lo mío a la hora de escribir es la brevedad.
Sí, tengo una gran memoria, pero es que mi niñez fue ayer, jeje.
Para relajarme mantengo este blog sin pretensiones. El tuyo es crítico, mordaz y desenmascarador, ahora te toca aguantar a los que se ofenden.
Parece que ahora eres tú el que tiene las isobaras en la thermomix, jajaja...
Vente por aquí cuando quieras, aunque sea para escuchar un poco de música.
Gracias a ti por estar.
Fernando, juraría que todos en mi familia estamos orgullosos de tenernos los unos a los otros. Conocemos nuestros defectos pero forman parte de nosotros, y así nos queremos.
ResponderEliminarYo no tengo hermanas, pero mis dos hermanos han hecho que no las eche de menos.
Besos.
Elena...
ResponderEliminarQue bonito, no hay nada como acordarse de los seres queridos y revivir esas vicencias del pasado, que a ti, por cierto, se te da tan bien. Que dios te guarde la memoria, porque vaya cerebro tienes.
Un beso paisana, y gracias por tu apoyo en las votaciones.
Gracias Félix, la verdad es que no tengo que hacer verdaderos esfuerzos para recordar, lo tengo todo muy vivo en la memoria.
ResponderEliminarTampoco es mérito mío, sólo me limito a contar lo que me bulle en la cabeza.
Gracias a ti, te mereces muchos votos.
Muy buena la frase. Me imagino perfectamente vuestra relación, porque se parece mucho a la que tengo con mi hermana. Que cumpla muchos años más.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Tawaki.
ResponderEliminarEs lo que yo digo, una buena relación con los hermanos es la que se fortaleció con las peleas en la niñez.
Por cierto ¿a qué frase te refieres, a la de Nietzsche? Buena frase.
Besos.
Hay que darse cuenta de cuántos Segundos llegaron los primeros!! Yo tengo uno en casa, je je... tú me entiendes.
ResponderEliminarEste mañana estuvo "tu" Segundo en mi librería. De haber sabido que era su cumple, lo habría felicitado, aunque la verdad sea dicha, hoy lo vi bastante alegre, y eso es bueno, sobre todo el día del propio cumpleaños.
Supongo que este regalo que le haces será muy especial para él. Creo que es el mejor que podrías dedicarle.
Un beso y... felicidades, Segundo.
qué hermoso es tener hermanos, disfrutarlos y amarlos como lo haces tú!!!
ResponderEliminarYo soy la mayor, y soy como que el ejemplo de mis hermanos, y los adoro!!! me encanta la complicidad y el amor que nos tenemos.. estoy segura que conforme pase el tiempo seguiremos queriéndonos tanto como tú con tus hermanos...
Felicidades!!
Adelaida, si lo viste contento será porque no le afectó cumplir años, jajaja...
ResponderEliminarYo también lo noté por teléfono contento, mejor así.
Besos para ti.
Cuetzpallin, siempre he creído que ser hijo único es un poco triste.
ResponderEliminarEs bonito compartir juegos y peleas con los hermanos, al final, son cosas que acaban uniéndonos.
Besos.
¡Hija mía!, ¿pero tu que comes para tener esa memoria?, yo solo recuerdo cuando empuje a mi hermano pequeño contra el marco de una puerta y le deje una buena cicatriz en la frente (aún visible hoy en día), o cuando le tire un mando a distancia a mi hermana a la cabeza... Que le voy hacer de aquellas no podía controlar mi genio.
ResponderEliminarComo siempre me lo pase genial leyéndote. ¡Felicidades a tu hermano!
Y mil beeeesos para ti.
Javier, me parece que has sido un niño muy pero que muy malo.
ResponderEliminarMi hermano me tiró un portafolios y me dio en toda la boca, y sólo por tararear a Chopin, jajaja...Me decía ¡cállate! y yo seguía, y él ¡que te calles! y yo dale que te pego, uno frente al otro, hasta que me lanzó el portafolios. Y se acabó Chopin, jajaja...
¿Sabes? echo unos cuantos rabos de pasas a los potajes.
Besos para ti, salao.
¡Ainssssss! ¿Y te parece poco regalo? ¡Yo quiero una hermana así! (Es que no tengo ninguna)
ResponderEliminarBesos, Elena.
Onminayas, desde ahora mismo me declaro tu hermana virtual. ¿Te parece?
ResponderEliminarUn montón de besos.
Ah, Lola, una amiga que suele comentar aquí y es de Carteya, conoce a los dos chicos que me comentaste. Dice que uno es enfermero y trabaja en Cabra o en Córdoba y que la tienda se mantiene en pie.
Gracias por el parentesco y por la información, hermana.
ResponderEliminarY un beso a Lola, pero que se informe mejor, que sólo a acertado en lo de la tienda, jajajaja...
hola , elena.
ResponderEliminarTu hermano es una maravillosa persona una vez que lo tratas y lo conoces. Es un hombre educado, correcto y con el que puedes aprender cosas, siempre ha sido un placer juntarme con él y tomarnos una cerveza y hablar de miles de cosas.
Felicidades para tu hermano desde tu blog
Elena, eres puro corazon al mostrar esta maravillosa entrada dedicada a tu hermano. besos
Onminayas, en cuanto pueda le echo a "la Lola" una "reñiúra", para que se informe bien de las cosas, jajaja...
ResponderEliminarGracias Paco, por las palabras que le dedicas a mi hermano.
ResponderEliminar¿Hablar de cosas con unas cervezas? Hay que ver la de temas que saca un hombre en la barra de un bar, jajaja...
Mi madre, cuando llega de la calle le pregunta ¿ya arreglaste el mundo? jajaja...
Besos.
Que entrañable relato Elena, y que bién lo describes.
ResponderEliminarUn beso para la niña, y felicidades para el niño.
Gracias Maripaz.
ResponderEliminarUn beso para ti también.
Elena guapa, en mi casa hay un regalito para tí, ;)
ResponderEliminarBesitosssssssssss
Elena es hermoso tener hermanos, yo tengo cuatro, y te puedes imaginar cuando nos criábamos el jaleo que había en mi casa y a mi pobre madre poniendo orden. Entre hermanos se puede discutir y decirse cosas que luego no concientes que nadie diga delante tuya, porque los enfados entre hermanos pasan pronto. Cuando ya somos mayores duran un poco más…. pero siempre estamos ahí los unos para los otros.
ResponderEliminarSeguro que formáis un buen trío y tus padres estarán felices de veros unidos. Te quería decir que yo a mis nietos, tengo la costumbre de llamarlos “el niño” o “la niña” en lugar de por sus nombres.
Un abrazo amiga y felicidades para Segundo
Muy buen regalo de cumpleaños este homenaje
ResponderEliminarGracias Mar, ahora mismo voy a recogerlo.
ResponderEliminarBesos.
Cordobesa, claro que me lo imagino. En mi casa somos tres hermanos, pero nos juntábamos con los primos en la huerta(casa de mis abuelos paternos)y no veas la que liábamos. Aunque como estábamos en el campo, no dábamos mucho "por saco".
ResponderEliminarBesos.
Gracias Jesús, por tus palabras y por tus visitas.
ResponderEliminarUn beso.
Holaaa, hoolaa...!!.
ResponderEliminarCreo que llego tarde, amiga Elena, pero bueno, dice un refrán que "nunca es tarde si la dicha es buena"!!!.
Me lo felicitas y le zumbas un un tremendo beso!!!.
Yo soy "rica" en hermanos (suerte que tiene una!!) y, los quiero un montón!!!.
Precioso relato (como todos) y no..., no me riñas que la información que dí era cierta y sigue siéndolo porque para cercionarme de lo que decía, pregunté a mi madre (que es amiga de sus padres) y me lo confirmó.
Son tres hermanos, Antonio, Julio y Francisco Morales Trillo.
Al que menos veo es a Julio por que vive fuera (no sé exactamente dónde), pero si puedo decir que trabaja como enfermero o algo relacionado con la Sanidad. En alguna ocasión trabajó como ATS o enfermero en Centro Médico de Carteya.
Un abrazo. Un besote!!!.
Tu escrito me conmovió sobremanera, es una belleza. Me tocó el corazón bien de cerca.
ResponderEliminarGracias Elena.
Saludo y beso.
Lola, da igual tarde o temprano, lo importante es que siempre estás. Y yo te lo agradezco con el corazón.
ResponderEliminarEstá bien ser rica en hermanos, eso significa que eres rica en afectos.
En cuanto a esos chicos, tú sabrás, porque yo no tengo ni idea de quíenes son. Tú y "el Onminayas" los conocéis mejor que yo, por lo visto. A ver si al final los conozco y mando saludos al Onmi.
Besos para ti, guapa.
Mª Carmen, es una pena que estéis tan lejos unos de otros, yo no vivo en Carteya, pero Córdoba está muy cerca y los veo con asiduidad.
ResponderEliminarLo de los nombres se daba antes mucho, y si tenías la desgracia de que tu abuelo se llamase Petronilo, allá que te encasquetaban el nombrecito, jajaja...
Besos guapa.
Gracias a ti, 1600.
ResponderEliminarYa te agradezco tu vitita, cuanto más si te ha tocado el corazón.
Besos.
Hola, Lola, paisana.
ResponderEliminarJulio es celador, y vive y trabaja en el Centro de Salud de Lucena I. Antonio también es celador. Los conozco desde hace años, porque he trabajado muy estrechamente con ellos. La mujer de Antonio es la que lleva la tienda en Carteya; quiero recordarla, porque habremos coincidido en alguna boda en Lucena o en alguna comida de empresa.
Gracias por tu interés, Lola. Sólo quería saber si Elena los conocía para mandarles un beso a través de ellos.
Besos.
El mejor regalo Elena, un te quiero, sobre todo cuando te da la sensación de que lo mejor no se ha escrito, y con tinta que puede ser tu sangre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luis
Mi querido Onminayas, al final los conoceré, tarde o temprano acabaré mandándote yo,
ResponderEliminarbesos con ellos, jajaj...
Ainnnssss...., es que nos pensamos que "to" el que trabaja en un centro médico es ATS o médico, jajaja...
Más besos.
Luís, siempre he creído que los "te quiero" hay que decirlos y no guardarlos para nosotros, porque nadie se entera de lo que pensamos si no lo decimos.
ResponderEliminarBesos.
LLevo tiempo sin pasar por aqui y me encuentro con esta entrañable entrada. Me parece estupendo que digas esa bonitas cosas de tu hermano. A veces me gustaria que mi hermano fuera mas cariñosa conmigo :(
ResponderEliminarUn besazo guapa
Mª José, las relaciones entre hermanos son así de raras. No expresar los sentimientos abiertamente suele ser lo normal, y eso no significa que no nos queramos.
ResponderEliminarBesos.
¡¡¡que maravilla de post nos dejas contando la vida de niños de tu hermano Segundo y tú!!! mira me nas hecho recordar mi hermano y yo de pequeños ...yo soy dos años mayor y era la mandona pero jugabamos a veces ...a casitas y muñecas y otras al futbol y yo era la portera y ponia perdido el uniforme del colegio tirada en el suelo del jardin...a cocinitas ...en fin a todo juntos hasta empezar a la Universidad ...hoy el es Filósofo...hace periodismo y escritor de prosa y yo poesia.
ResponderEliminaren fin seria largo de tanto que me ha llegado tu relato familiar.
BESOS
Marina
Me alegro Marina, siempre es bonito recordar esos momentos tan especiales para todos en los que éramos unos niños, y nuestra única preocupación era jugar.
ResponderEliminarBesos.
Que tierno es recordar tiempos donde hay complicidad por la union de dos hermanos, sabes yo al ser la mas pequeña con mucha diferencia del resto hermanos no tuve un compañero/a de juegos dentro de casa, pero descubrir otra ventaja...que al ser la peque llorando conseguia todo de mis hermanos grandes...ja ja ja
ResponderEliminarCon cariño
Mari
Bueeeeno, bueeeno..., tampoco me equivoqué tanto, "Omnimayas"!!.
ResponderEliminarSabía que en algo de la Sanidad trabajaba el tal Julio, pero no sabía exactamente en qué, y al final era celador.
Algún tiempo trabajó en el Centro Médico de Carteya y, pensé que sería Auxiliar de Enfermería o ATS por que por aquí, suelen haber pocos celadores, pero bueno..., asunto resuelto, si es celador..., pues celador es!!!!.
Un abrazo, paisano!!!.
Otro para tí, Elena.
Mari, siempre he dicho que ser el mayor o ser el pequeño tiene sus ventajas. El mayor es el que manda y al pequeño se le consiente todo. Lo malo es ser el del medio, que ni pincha ni corta.
ResponderEliminarBesos Mari.
Lola, eso pensé yo, que no ibas tan descaminada, al fin y al cabo se trata de algo relacionado con la sanidad.
ResponderEliminarBueno, una vez aclarado todo te digo:
¡¡FELICIDADES!! Y que cumplas muchos más.
Besos apretaos.
Y tú que es, que no te puedes callar...???.
ResponderEliminarPaaasssssa naaaaaaaa..., ya se está acercando el tuyo, cuando llegué..., no quedará nadie sin enterarse..., ¡¡¡¡CASCARILLA!!!!.
GRACIAS..., muchas GRACIAS, Elena.
Una que ya se está haciendo mayor..., qué le vamos a hacer...!!??.
La Víiirgeeen, el Hiiijo, el Paaadre, el Espíiiiritu Santo y las moooonjas clarisas..., como pasan los años!!!. Caaaaagoendieeeeeeezz!!!.
Besos para tí, amiga mía.
Hola, Elena. Disculpa, he borrado mi entrada y tu comentario en mi blogs. No consigo que quede bien. Mñana supongo que lo conseguiré.
ResponderEliminarGracias y disculpa.
Un abrazo.
Que belleza!!! Me hiciste volver a mi infancia y recordar a mis hermanos...
ResponderEliminarMil gracias.
Un fuerte abrazo.
No pasa nada Fernando. Sólo me extrañé y pensé que algo fallaba con la técnica.
ResponderEliminarUn beso.
Salvador, si esos recuerdos han sido emotivos, me alegro de habértelos traído.
ResponderEliminarUn beso.
deseo que pases una feliz semana proxima y buen fin de
ResponderEliminarbesitos
Marina
Gracias Marina, igualmente para ti.
ResponderEliminarBesos.
Hay regalos que no tienen precio. Hay regalos que uno siempre le gustaría recibir.
ResponderEliminarUn abrazo
COMENTRARIO EN MI BLOG:
ResponderEliminarQueridos amigos:
Habitualmente me gusta ir contestando a vuestras visitas y comentarios con mis visitas y comentarios. Últimamente no lo estoy haciendo y creedme que no es por voluntad sino por falta de tiempo.
No sé que está pasando últimamente con mi vida que si atiendo a mi familia como se merecen y, aunque sean tonterías, a las visitas médicas que tanto yo como otros componentes de ella vamos necesitando y que también nos merecemos, nietos, hijas y demás, el día se va en un abrir y cerrar de ojos.
Espero que cuando notéis mi ausencia, nunca penséis que es falta de atención o cariño hacia todos vosotros y sí a la rigidez del tiempo que es insobornable y no se deja manipular.
Un afectuoso abrazo.
Juan, bonitas tus palabras, pero tener hermanos ya es un regalo.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
No te preocpes Juan José, lo del tiempo lo entiendo perfectamente. A mí me persigue por toda la vida.
ResponderEliminarBesos.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos...
ResponderEliminarHola Elena
En mi casa somos tres hermanos, aunque el pequeño llego siendo yo una adolescente (catorce años) pero leyendo tu relato he recordado mi infancia junto a mi hermano mayor, nos separan dos años solamente y siempre hacíamos travesuras juntos como buscar juguetes escondidos como vosotros...jajaja.
También nos llamaban la niña y el niño, supongo que es costumbre en Andalucía (somos de Córdoba), hoy en día para toda mi familia seguimos siendo el niño y la niña en cambio a mi hermano pequeño lo han llamado siempre por su nombre.
Me ha gustado recordar esto contigo, felicitaciones a tu hermano por su cumpleaños...y a ti por hacerme pasar un buen rato.
El nuestro se acerca, el mío un día antes que el tuyo, eso tenemos en común...
Un beso
Elena, que lindo regalo que le haces a tu hermano. ¿sabes? parece que has descrito mi infancia junto a mi hermana. Emotivo, entrañable y sentido post. felicidades a tu hermano, por cumplir años y por tenerte de hermana. Mil besitos!!
ResponderEliminarSonrisa, ¿cómo sabes cuándo cumplo años? me acabas de dejar con los pies colgando, jajaja...
ResponderEliminar¿eres brujilla?
Pues sí, prontito los cumplo, veo que hay muchos Acuarios por aquí.
Me alegro haberte traído algunos buenos recuerdos con tu hermano.
Besos.
Silvia, seguro que tienes muy buenos recuerdos de tu infancia acompañada de tu hermana.
ResponderEliminarPor tu blog sé que vuestra relación es estupenda, ¿recuerdas? "a un toque de pared"
Besos.