lunes, 26 de abril de 2010

LA PÉRDIDA

“Vivir es ir perdiendo, me decía; e incluso, aunque parezca aparentemente que se gana, a lo largo nos damos cuenta de que el falso beneficio se trueca en una pérdida más. Todo es perder en el mundo; para los que poseen mucho y para los que se lamentan de no tener nada”.
                      Miguel Delibes “La sombra del ciprés es alargada”


De repente y sin saber por qué, siento una fuerza que me empuja, una mano que tira de la mía, una energía que me atrae como un imán y me lleva a rebuscar donde se guarda parte de mi pasado.
Cuántos instantes congelados de mi familia duermen en una lata de dulce de membrillo. Abuelos, tíos, primos, padres y hermanos de sonrisas fingidas con trajes imposibles, sobreviven ajenos al paso de los años. Lugares y momentos que ya no son, pero existen inalterables en el papel plastificado de las fotos.


....Y abrir aquella caja de madera donde guardaba mis trocitos de vida, mis secretos, mis risas y mis llantos, me lleva en una nave imaginaria que viaja a un mundo mágico que perdí por el camino y vuelve a ser mío por unos minutos:

Un lazo azul con lunares blancos para cantar en el coro, y el discurso de despedida que me tocó leer en la fiesta de fin de curso… aquel dibujo a carbón que ya se desdibujó y que tantas veces me hicieron repetir en el colegio… un poema de los días negros del desánimo adolescente que sobrevivió a un momento de ira en el que rajé todo lo que escribí, se atesoran en el interior de la caja esperando mi visita.

Supongo que mañana abriré la caja que hoy voy llenando de momentos y detalles para hacer mío por unos minutos el mundo mágico que vivo y sin duda perderé por el camino.

sábado, 17 de abril de 2010

TATUAJES

“No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.”
                                          William Ernest Henley

Yo llevo los tatuajes por dentro, marcados en la piel transparente del alma. Cada historia de (des)amor, todo lo aprendido y lo olvidado, cada alegría y todas las tristezas quedaron tatuadas en los pliegues ocultos de la oquedad de mi pecho. Trenzaron una red que me sostiene los pies en las caídas y a la que me aferro para remontar las subidas.

Es extraño mirarse hacia dentro y comprobar que fueron muchos los aciertos, pero también los caminos equivocados que elegí, que hay heridas que aún escuecen a pesar de que ya no sangran y sólo quedan como una (fea) cicatriz tatuada.

Reparo en el peso que me agacha los hombros y caigo en la cuenta de los kilos y kilos de madurez acumulada con los años, y que a veces hago saltar por los aires en momentos deseosos de insensatez y de locura.

Y aún siento una (mal)sana curiosidad por conocer los nuevos caminos que me tocará serpear, descubrir los puntos de salida y vislumbrar la meta en un horizonte lo más lejano que atisbe mi retina dando unos pasos hacia atrás, porque de lejos se distinguen mejor las formas, y de cerca se aprecian difusas las siluetas.

Sé que (me)quedan muchas emociones a estrenar por tatuar en esta piel curtida del alma, aunque apenas se le esboza un milímetro inmaculado de experiencias entre el polvo acumulado.

Tendré que ir pensando si tatuarme la epidermis.


domingo, 11 de abril de 2010

20 MANERAS DE SER

“Desconfío tanto de lo que pienso que sólo tengo la impresión de acertar cuando me contradigo.”
Juan José Millás “Los objetos nos llaman”


Pienso que nadie nos conoce del todo. Ni siquiera la gente que tenemos más cerca. Tal vez porque hay muchas cosas que nunca contamos de nosotros, o quizá porque hablamos tanto de ellas, que la verdad se esconde tras las palabras y no se deja ver.

Es posible que ni sepamos todo de nosotros mismos, o que la duda se apropie de esos territorios que aún quedan por conquistar en la esencia de nuestra personalidad más oculta.

Por eso miraré mis ojos en el espejo, les pediré un esfuerzo de sinceridad e intentaré definirme en 20 puntos:

1.-Me gusta la ropa oscura para restar algunos centímetros imaginarios a los espejos.

2.-Siento verdadera fobia incomprendida hacia todos los animales, aún más por el dueño del perro que insiste en que no hace nada.

3.-Nunca le encontré la gracia a los circos ni a la magia. Creo que lo primero se debe al olor de los leones y lo segundo a que no deja de ser una mentira.

4.-Me puedo pasar horas sin hacer ni decir nada.

5.-El caramelo del fondo del vaso es mi parte favorita de los flanes.

6.- El olor de la vainilla y la canela me vuelve loca.

7.-Disfruto el silencio de mi casa cuando está vacía, aunque espero siempre el regreso de los míos.

8.-No tolero la injusticia en ninguna de sus formas.

9.-Mirar por la ventana me relaja. Aunque a veces sólo me veo yo reflejada en el cristal.

10.-No suelo beber alcohol, pero la copa de licor que acompaña una charla con amigos, me sabe a gloria.

11.-Sería capaz de acabar un puzle del tirón, sin parar a comer ni a descansar.

12.-Las baladas de Guns N´Roses me hacen flotar en el aire, y la música de Damien Rice hace que me olvide de que estoy flotando.

13.-Necesito el orden en las cosas que me rodean para tenerlo en mi interior.

14.-Si no existiera el color azul, yo misma lo inventaría.

15.-Siempre guardo un sitio en el estómago para algo dulce.

16.-El olfato es mi sentido favorito, me hace ver paisajes aun con los ojos cerrados.

17.-Gracias a mis hijos supe que puedo llegar a asesinar, porque yo por mis hijos MA-TO.

18.-Noto la erección de mis pestañas cuando leo a Juan José Millás, incluso cuando habla muerto de muertos con muertos.

19.-Tengo una gran capacidad de sorpresa. Cada día me sorprendo de mí misma.

20.-Colecciono recuerdos perfectamente clasificados en tres cajones: los que me emocionan, los que callo y los que nunca recuerdo.





domingo, 4 de abril de 2010

VESTIDO DE DOMINGO

“Tú no puedes hacer para tu recreo un Dios ocioso que sólo vista ropa de domingo. Necesitas abrazar a un Dios descalzo que mete sus pies en el fango del problema y se colma las manos de pobres, el mismo Dios que contesta en otra voz cuando miles de manos llaman desesperadamente a las puertas de Cáritas.”         

                                                      Antonio García Barbeito


Te vi pasar. Vestido de domingo sobre un manto de flores rojas. Tu cruz remataba en oro por los cuatro costados y la sangre de tu rostro brillaba al reflejo plata de la candelería de tus cuatro esquinas. ¡Cuánto dolor en tu mirada, en tus manos y en tu boca!

Caminabas lento sobre hombros ajenos ¡Cuánto peso al cuello! ¡Qué coraje y pundonor! ¡Con qué maestría soportan tu dolor por las esquinas! ¡Y cuánto rezo se alza al cielo desde las aceras! ¡Cuánto olor y música y color se abraza a la emoción de un pueblo!

¡Que no llueva esta noche, que la luna luzca llena a tu paso, que tan sólo una nube corte el cielo …si acaso!

Fui a buscarte y no te encontré, ¡qué cabeza la mía! no caí en la cuenta y olvidé que entre oro, plata, madera tallada, barroco y raso …tú no estabas.

Entonces… a quién rezan, lloran y portan a hombros. A quién visten de terciopelo y oro. A quién dedican siete días tan intensos. ¡Cuánta belleza, cuánto amor olvidado hasta la próxima primavera!

…Y qué efímero todo, poco más de una semana.

jueves, 1 de abril de 2010

UN SENTIDO PREGÓN

«Dígale al resto de los cofrades lo que usted siente». Porque yo siento una cosa y otro cofrade otra. Y lo que nos enriquece es que yo cuente lo que siento y el otro cuente lo que siente.
          Ángel Varo, pregonero Semana Santa de Córdoba 1991

Muy pocas veces me traicionó el instinto, y esta vez no fue una excepción. Todo salió perfecto, redondo, como yo había predicho, y tantas veces le aseguré. No me cabía la menor duda, la conozco y sé de su brillantez con la pluma.

Adelaida estaba muy preocupada, el encargo era de mucha responsabilidad, y el temor a la decepción le encogía el alma y le anudaba la boca del estómago.

No quería que su pregón de Semana Santa fuese recordado como el más brillante de todos los años, pero sentía cómo el miedo le recorría el tuétano del esqueleto sólo con imaginar la posibilidad de la decepción en las caras del auditorio carteyano.

Dedicó el tiempo de que disponía y el que robó a su sueño para regalarnos un pregón lleno de emoción y sentimiento. Porque emoción y sentimiento definen a mi amiga Adelaida cuando de la Semana Mayor carteyana se trata.

Y fue capaz, ya lo creo, de hilvanar los más hermosos versos con la prosa más brillante, tan brillante como los ojos acuosos de un público entregado e identificado con sus palabras.

Mi enhorabuena y mi más sincera felicitación, Adelaida.


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