sábado, 20 de septiembre de 2014

EMPEZAR EN DOMINGO

“Escribir un poema inteligente es cosa fácil. Emocionar con él, sólo lo consiguen los elegidos.” 
                       Andrés Trapiello  “El gato encerrado”


Os aseguro que no busco el aplauso ni la felicitación. A estas alturas ya no sé si acaso busco algo explicable, con sentido o razonable que justifique mis apariciones cada vez más dilatadas en el tiempo por aquí, aunque totalmente fieles por vuestras casas; y a veces me pregunto por el motivo que me impide cerrar y a otra cosa. Hoy me dio por recordar a una vecina de cuando era pequeña, de los refranes y dichos con que siempre remataba las conversaciones, y en especial de uno que decía así: “lo que se empieza en domingo nunca se acaba”. Pensado y hecho, heme aquí buscando la fecha del 20 de septiembre de 2009, mis ojos no dan crédito, ¡domingo!

Nunca llamé a nadie, y quien vino lo hizo por propia voluntad, a veces regalando mis oídos en busca de reciprocidad. He gastado muchas horas leyendo y comentando poemas, acertijos, artículos de historia, curiosidades, recetas de cocina, reflexiones y recuerdos ajenos. Me he tirado al barro sin protección en discusiones sobre política, actualidad e ideas que me enriquecieron hasta que la intolerancia y la incomprensión me hicieron sopesar si de verdad merecía la pena mi entrega, mi tiempo, mi desazón, mi dolor de cabeza.

Me lo he tomado tan en serio que me he reprochado alguna vez no llegar a tiempo a la publicación de alguno de vosotros. Pero es que yo soy así, todo es importante, y si no lo es, lo visto de importancia. He sabido entender las normas, y las he acatado como nadie: me lees, me comentas; te leo, te comento; y si te sigo, te sigo de verdad.

Hoy se cumplen cinco años de aquel día en que, con miedo e incertidumbre, se inauguró este callejón, una prueba más que me convence de la rapidez con que pasa el tiempo, tanto, que ahora lo miro con otros ojos, me soy más tolerante, soy capaz de flexibilizar las normas, relativizo y me exijo menos, pero mucho más a la hora de escribir y publicar, quizá por ello me prodigo poco, pero los años me están enseñando que en todos los aspectos de la vida es más gratificante poco y bueno que una abundante mediocridad. Y no, no estoy diciendo que lo poco siempre es bueno, hay momentos en que la nada sería la mejor opción.


Related Posts with Thumbnails