jueves, 21 de julio de 2011

HUBO UN TIEMPO

“Aunque allí tenga recuerdos, ¿puedo ir a buscarlos? Podría retroceder, regresar no. Regresar es imposible. Por eso prefiero los lugares nuevos.”
                                                    Andrés Neuman “El viajero del siglo”


Hubo un tiempo en el que zambullirme en las aguas frías de una alberca era sumergirse en las profundidades marinas de un infinito océano azul brillante, en un mundo misterioso donde las sombras te apresaban por los pies, y los rincones olvidados por el sol me los prohibía el miedo a lo desconocido.
Conocía los grados del mercurio por el canto de la chicharra que nunca vi, y que arreciaba el volumen de su monocorde ritmo en paralelo a mis pasos acelerados. Siempre tuve la certeza de que me espiaba desde su escondite oportuno, segura de que nunca sería descubierta.
Hubo un tiempo en que disfruté los olores del verano aprendiendo a vivirlos, y sus nombres fueron escritos con los dedos de mi memoria, con tinta indeleble, por los sentidos que siempre están alerta cuando sólo se vive el presente.
Había un camino que me llevaba al paraíso (encontrado), y una escalinata de estrechos tramos que bajaba al lugar de los escondites (perdidos) y los colores por descubrir.
Hubo un tiempo en que las piedras de mi paraíso guardaron el eco de mi voz. Un tiempo donde la vida entera era, ahora, ni el eco de los chiquillos.

jueves, 14 de julio de 2011

UN MILAGRO

“La vida es un milagro incomprensible; se gasta y se diluye sin cesar, y, no obstante, dura y permanece sólidamente, como el puente sobre el Drina”.
                                         Ivo Andrić “Un puente sobre el Drina”

A veces abandono la mirada sobre el teléfono esperando su tintineo rompiendo el silencio de las horas, y sueño que al descolgarlo me acaricia tu voz al otro lado, como antes, como tantas veces eras tú y me enojabas con tus bromas inoportunas. Cuántas veces me reprochabas que no te visitara esa semana. No podías remediarlo, le hacías chantaje a mis emociones y me dejabas cavilando, incomprendida y culpable.
Pero no acabo de creer en los milagros, por mucho que cantase de niña “El trece de Mayo” y llevase enormes ramos de rosas a la Virgen de la escuela. Aunque a veces es justo lo que necesito, un milagro que me regrese al lugar de donde nunca debería haber salido, que me rearme y me componga, aunque sea de mentira y yo lo sepa. Prometo que me dejaría engañar, aunque ello supusiera retroceder en el tiempo, dejar en pause los latidos del corazón o congelada la piel del alma. Entrar y verte salir, callar y oírte hablar, despertar y verte dormir.
Descolgar el teléfono y escuchar tu voz anudada a mi garganta. Como hoy.
Hoy he creído en los milagros.

miércoles, 6 de julio de 2011

CONTARTE

“…esta corporeidad mortal y rosa
donde el amor inventa su infinito”
                                 Pedro Salinas.


Me gustaría llegar al lugar donde descansas, y contarte, agarrando tu mano, los días que me desfilan por este verano recién estrenado. Las cosas cambian en su quietud como si una mano invisible las fuera arrastrando muy despacio hasta el presente de los días, y el tiempo gira en su esfera sin fin, agarrado a la pared, y seguirá girando cuando desaparezca la pared, la esfera y el mismo tiempo.
Contarte que los gruesos muros aún protegen la brisa fresca de la casa, como a ti te gustaba. Que las cosas están limpias y en orden gracias a su mano incansable, ...si la vieras…, la fuerza y las ganas le deben su nombre, se hacen realidad porque nacen de ella. ¡Cuánto daría porque le posaras tu mano sobre su pelo blanco y reciente!
Contarte que todos la cobijamos bajo nuestras alas, como una piña cerrada envuelta en las tuyas que se alargan abiertas, derramadas, protectoras desde el cielo. Presión justa sobre los huesos, caricia oportuna en el corazón.
Contarte que tu sitio no lo sacia nadie y lo ocupamos todos. Que desde aquel día gris y espeso vivimos con la sombra de tu recuerdo cosida a la suela de los zapatos, que no hay día con su noche que no me cuente sobre ti.
Contarte de mis cosas, y mojarme con la humedad de tus ojos saliendo a borbotones desde el orgullo desbordado, laguna escapándose de tu boca ahogada y seca.
…contarte.
Tantas cosas…

Related Posts with Thumbnails