Cuánta amargura callada, cuántas
lágrimas derramadas sin ser vistas,
me diste la vida, madre
y no te debo nada.
Luis Sánchez García
¡Qué guapa está en esta foto! No me extraña nada que mi padre se enamorara de ella, y no sólo por su belleza evidente sino por la manera de encararse a la vida y su valía más que demostrada y reconocida por todos.
Mi madre es… de esas personas que te dan solución a cualquier problema. Te allana el camino con la misma diligencia con que te alisa las sábanas de la cama. Siempre incansable, capaz, activa… y admirable.
Los que la conocemos sabemos que no es arma de doble filo, siempre te cortará por el mismo lado, porque su hoja es transparente, sin dobleces ni falsedad, siempre se deja ver de lejos, y con el gesto de su cara se descubre sincera y sin tapujos.
Os podría contar decenas de anécdotas que muestran su fuerza y la capacidad de defender lo que para ella son sus causas justas, incluso su honor.
Recuerdo un día hace muchísimos años, yo era pequeña y me llevó de compras a Córdoba, ¡cómo me gustaba ir a la ciudad! -se me grabó en la memoria el intenso olor a palomitas de maíz que salía del quiosco de las Tendillas, pero sólo el olor, pues nunca pedí una bolsa para guardar también su sabor-; entramos en una tienda de bolsos a punto de cerrar y no nos quisieron atender, entonces me agarró de la mano y me dijo en voz alta <<¡niña, vámonos que esta gente no tiene ganas de vender!>>. ¡Qué vergüenza pasé! pero ¡qué razón tenía mi madre! Será porque siempre tuvo tienda y sabía de sobra cómo atender a los clientes.
A veces me cuenta cosas de cuando era niña, de cómo se defendía si algún niño se burlaba de ella; de los trajes que heredaba ella y sus dos hermanas de los cinco hermanos varones; de su maestra Doña Socorro que apenas la enseñó a leer y escribir y a sumar y restar <<¡demasiado para una maestra que siempre estaba borracha!>>; de la disciplina férrea que tanto su padre como su madre imponían a los ocho hijos ¡Y la de peines que rompió peinando esa larga y espesa cabellera rizada!
No le tuvo que resultar fácil vivir aquellos años de privaciones pasando casi desapercibida entre sus siete hermanos, aunque cuenta que jamás pasó hambre. Para las mujeres de la casa no existía la posibilidad de estudiar, sólo estudiaron los varones que así lo quisieron. Su futuro era casarse y formar una familia. Y así lo hizo.
Sé que mis hermanos, como yo, están orgullosos de ella, somos la razón de su vida y a nosotros la dedicó.
No alardea de lo positivo de sus hijos y guarda en su silencio todos nuestros defectos. Y eso es de agradecer, ¡ya lo creo!
Es la persona a quien todos acudimos encontrándola solícita y entregada siempre. Se hace querer y por ello todos la queremos y buscamos sus remedios, porque en cada situación sabe qué hacer y cómo.
Es tranquilizador tenerla al lado. La siento como una caricia invisible, como si me dijera "ven... y déjate besar el alma".
Hola Elena!! Me hiciste emocionar amiga. Es un homenaje muy merecido a una mujer que describes maravillosa. Y qué felicidad es tenerla...y saber que puede enjugar tus lágrimas y reir tus risas.
ResponderEliminarFELIZ DÍA!!!!
BESOSSSSSS
Que bonito regalo le haces a tu madre en este día Elena. Que suerte tienes de tenerla a tu lado y que puedas tocarla y besarla. Espero que se este recuperando de su operación y paséis un buen día de las madres, y felicidades para ti que también lo eres.
ResponderEliminarYo la perdí hace muchísimos años, y no pasa un día que no la recuerde con cariño, fue una gran madre, vivió en unos tiempos no muy buenos para la mujer y su vida fue como la de tu madre, su casa y sus cinco hijos.
Espero que recibas mañana algún detallito de los tuyos, te lo mereces, por lo madraza que eres. Un abrazo enorme.
Elena...
ResponderEliminarVuelves a volcar tu corazón en tus palabras. Tu madre guapísima como su hija (o al revés más bien) pero tus letras denotan que le tienes un cariño enorme. Amas a tu familia y eso te hace grande paisana. Féliz batalla de las flores paisana.
Un besazo
Bello homenaje para una maravillosa mujer...que suerte tienes de tenerla a tu lado.
ResponderEliminarHas decrito su álma con tanta dulzura y con tanta verdad, que me ha bastado para sentirla muy cerca y amarla.
Emotivo homenaje a tu madre, y por extesión a la mayoría de madres de la historia. ¡Cuánto les debemos!
ResponderEliminarUna entrada hermosa. Por cierto, tu madre era bellísima.
Enhorabuena.
Un abrazo.
Bonito, doña Elena, si señora. Muy bonito y evocador. Esa señora de la foto se parece muchísimo a tí, o al revés, eres idéntica a ella.
ResponderEliminarLa época en que vivió su juventud tu madre era por excelencia un periodo de carencias y de aguantes, de mentalidades absolutamente machistas y en donde una mujer ni siquiera se planteaba ir a estudiar, aunque pudiera.
Esas señoras, como tu madre, eran un alarde y un lujo de señorío y de saber estar, sin noñerías ni aspavientos. Vidas duras y que daban ejemplo a los hijos.
Muy bien, Reverendísima. Cada vez escribes mejor.
Hola amiga. Lleno de satisfaccion por estas maravillosas palabras con un sentido exquisito y demostrando lo que quieres a tu madre, te concedo un fuerte abrazo por este ratico que me has hecho vivir. Parece como si me fuese incrustado en tus sentimientos y se los dijese a mi propia madre.... y es cierto lo que dicen:" MADRE NO HAY MAS QUE UNA " y esa mujer es la que se siente en el corazón.
ResponderEliminarNo tengo el placer de conocer a tu madre tanto como a tu padre, pero si se que cuando nos saludamos , al paso de nuestro encuentro, el sabor del saludo denota que su personalidad es de una exquisites envidiable. Tienes una maravillosa madre. Un beso para ella.
Amiga, recibe tu uno por tus sinceras palabras. ya nos veremos.
Así es Gabriela, mi madre es una gran mujer y todos estamos orgullosos de ella.
ResponderEliminarFelicidades a ti también.
Un beso amiga.
Cordobesa, es una suerte tenerla y acudir a ella sabiendo que siempre la encontrarás.
ResponderEliminarAcabo de llegar de mi pueblo y aunque va mejorando, lo hace tan lentamente que me preocupa, apenas come.
Felicidades a ti también, un beso.
Félix, no puede ser de otra manera, soy muy familiar, muy de los míos.
ResponderEliminarGracias por decir que es guapa, jeje.
El mayo cordobés está exultante, es una pena que te lo pierdas.
Besos paisano.
Gracias Maripaz, la verdad es que todos los que tenemos a nuestra madre al lado no sabemos la suerte que tenemos.
ResponderEliminarUn beso.
Es verdad Mercedes, les debemos tanto que no podemos ni imaginarlo.
ResponderEliminarSí que era guapa la "joía", sí, jeje.
Besos.
"Esas señoras, como tu madre, eran un alarde y un lujo de señorío y de saber estar, sin noñerías ni aspavientos. Vidas duras y que daban ejemplo a los hijos."
ResponderEliminarTella, se me olvidó escribir en el post esas palabras tuyas.
Lo has clavado.
Gracias por la comparación, pero ella es mucho más guapa que yo, más tranquila, más trabajadora, no se queja como yo, etc., etc.
Un beso.
Silencio, gracias por tus palabras, sé que tú tienes debilidad por tu madre y por ello sientes como tuyas mis palabras.
ResponderEliminar¿Felicitaste a tu madre?
Seguro que te la comiste a besos, jeje.
Un abrazo enorme.
Hola Elena, recién llego y me encuentro con este post tan hermoso que has dedicado a tu madre. Te pareces a ella bastante. Desde luego que ella da el perfil de las mujeres que tan bellamente pintó Julio Romero de Torres. Sinceras palabras salidas del corazón. Espero que hayas disfrutadso de un hermoso día tu también.
ResponderEliminarBesos
Hola Katy, yo también acabo de llegar de mi pueblo. El post lo dejé programado.
ResponderEliminarEl día lo pasé echándole una mano en la casa.
Felicidades a ti y un besote.
Elena, mi agradecimiento más sincero por la reseña a tu entrada y sobre todo por acordarte de este aficionado a la poesía.
ResponderEliminarMe fui a los tajos de la muerte
para llegarte abatido y escarmentado,
en un suplicio, por tí liberado
ya de llanto, por tu llanto enjuto
ya de rabia, por tu llamar de bálsamo
ya de ira, por tu sonrisa inmarcesible.
No me dejes sin tu huella, impronta
de lejano desierto, de anacrónica frontera
la buscaré en cada ola impetuosa,
en cada gota de rocío,
que no cese jamás tu misterio indeleble,
te acuerdas, MADRE
cuando cargabas con mis años enfermos
y nuca estabas cansada.
El más grande de los abrazos.
Luis.
Gracias Mª Carmen.
ResponderEliminarEn mi casa, bueno, en la de mis padres, no hay internet, mi madre no me lee pero sin duda mi hermano le hablará del post.
Es cierto, una pena tener a toda la familia desperdigada por el país. Nunca cerca en las fechas y momentos importantes.
Un beso guapa.
Las gracias te las doy yo a ti por regalarnos esos poemas maravillosos.
ResponderEliminarCuando escribí este texto me acordé del poema dedicado a tu madre y me fui a tu blog a recoger la cita.
Un beso.
Qué bonito cuñada!!!
ResponderEliminarDe la foto me quedo con su mirada... le hablas y parece que te escucha con los ojos.
Un beso para Doña Inés, más apretao que nunca.
Qué hermosa madre la tuya, Elenita!! Pero es que, qué madre no lo es?? Hoy leí en una taza (que a lo mejor le regalaré a mi madre) una frase que dice "Dios no puede estar en todos lados, por eso creó super mamás"...
ResponderEliminarBenditas sean las madres!! Felicidadess por serlo!!
Ana, ayer mismo estuvo tu madre viendo a la mía en Carteya.
ResponderEliminarCon lo guapa que está en la foto no me pude resistir a colgarla aquí.
Le daré un beso de tu parte.
Besos.
Cuetzpallin, gracias, espero que al final le compraras esa jarra a tu madre.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la frase.
Un beso.
Hola, Elena, he visitado tu blog para emocionarme con tu relato. Está preciosa tu madre. Muchas felicidades a las dos, a toda tu familia. Y, permíteme que te diga: dale un abrazo a tu madre de mi parte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luis.
Hoy solo te dejo esto.
ResponderEliminar¡¡MUUUUUUUUUUUUUAAAAAK!!
Sobran explicaciones ¿a que sí?
Hola Luis.
ResponderEliminarGracias por esos elogios.
Sin duda daré ese abrazo a mi madre.
Un abrazo.
Hola Javier.
ResponderEliminarRecibo ese ¡¡MUUUUUUUUUUUUUAAAAAK!! y te mando yo otro.
Adiós resalao.
Esata mañana lo primero que leí antes de empezar a trabajar fue este relato de mi hermna sobre nuestra madre. Era temprano y ya me empezaba a emocionar
ResponderEliminarComo bien dices, tu hermano se lo hizo llegar primero a Papá ( que estaba preparándose su desayuno ). Sin decirnos nada, nos emocionábamos,
Ella estaba aún en la cama
A mediodía fuí a casa y allí estaba con su amiga Rosario que me decia que se lo leyera y le dije que no, que yo no podía leerlo y ella me contesto que Papá tampoco pudo
Mira que esta guapa eh!
Un besote resala
Me imagino la escena, papá con el café en las manos y haciendo pucheros, ¡ay!
ResponderEliminarLa foto...es que está tan guapa que no me resistí a ponerla, y qué mejor día que el de la madre.
De todas maneras, el texto es poca cosa, ella se merece mucho más, y es difícil de expresar.
Un besote para ti guapísimo.
Hola Elena!!
ResponderEliminarSólo podemos decir cosas buenas de quien nos dio la vida y nos crió con todo su cariño.
Ayer no me encontraba en mi ciudad por motivos personales, pero fue lo primero que hice al levantarme, llamar a mi madre, para que no olvide que se la quiere ante todo y por todo.
Cómo siempre sabes darle tu toque personal a tus escritos que emocionan al leerlos. Un beso y felicidades madre.
Tienes razón Sonrisa, sólo podemos decir cosas buenas de quien nos dio la vida y estuvo (está) siempre a nuestro lado.
ResponderEliminarYo estuve el día de la madre con ella...y hasta me dio tiempo a discutir, jeje.
Un beso.
Hoy me hiciste soltar una lagrimilla leyéndote, algo no habitual en mí y también te diré que es la primera vez que quiero expresar tanto en un comentario y no puedo porque no hay palabras suficientes hermosas para decirte que lo que has escrito es hermoso, de una belleza y generosidad inigual.
ResponderEliminarY decirte que ahora sé de donde has heredado la belleza de tu rostro y de tu mirada.
Retratas a una mujer sabia y bella.
Un besito para tu mami, bien sea en el alma ó en el rostro.
Gracias por haberme hecho sentir lo que he sentido.
Besos, mi niña.
No temas Emibel, al final sí encontraste las palabras para expresar ese sentimiento. Y es que cuando pretendemos hablar de alguien a quien queremos y debemos tanto, no es fácil hallar las palabras justas.
ResponderEliminarGracias por los halagos.
Un beso.
He venido sólo a saludarte y a ver si nos habías traído algo, ya veo que no. Volveré en cuanto pueda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre eres bienvenida Mercedes.
ResponderEliminarVen cuando quieras o puedas, estás en tu casa, y si no hay nada nuevo que leer, dale al ipod que por ahí está Damien Rice, jeje.
Un beso.
que felicidad poder disfrutar de una madre y mas siendo tan buena madre y en realidad hermosa muy bella.
ResponderEliminarbesos
Marina
Así es Marina, yo la disfruto, la quiero, nos contamos, discutimos...
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Un beso.
me alegra lo que me contestas sobre tu madre eso es maravilloso...tener madre es grandioso...disfrutala muchos años besos Marina
ResponderEliminarSencillamente admirable. Bellas letras para bellos sentimientos.
ResponderEliminarYo no tuve tanta suerte como tú, querida Elena. Jamás pude refugiarme en el calor de mi madre. No llegué a conocerla. Tras mi alumbramiento, ella partió junto a mi hermano gemelo rumbo a las estrellas.
Mi emocionado recuerdo para ellos, y un no menos emocionado beso para ti.
Acabas de darme un pellizco en el corazón. Muy triste esa historia José Luis. Debe ser terrible para un niño crecer sin el amor de su madre.
ResponderEliminarSeguro que ese hecho te ha marcado para siempre.
Un beso también emocionado para ti.
Hola Mª Carmen.
ResponderEliminar¿Vas a venir por aquí este fin de semana?
Yo iré a Carteya hoy viernes por la tarde, y me vendré para Córdoba el domingo por la tarde.
Espero que haya un clarillo por ahí para vernos.
En cuanto a los dulces, el típico cordobés es el Pastelón Cordobés, es una torta grande de hojaldre rellena de sidra o cabello de ángel.
Lo malo es que no a todo el mundo le gusta la sidra.
La pastelería con más nombre es "Serrano" y está en la calle Gondomar.
Como sugerencia mía: en vez de un desayuno prepara un almuerzo con salmorejo y flamenquines, jajajaja
Un beso y a ver si nos vemos.
Yo no sería capaz de describir a mi madre tan bien como lo has hecho tú.
ResponderEliminarSólo diré que mi vida sin mi madre, no sería nada.
Genial entrada.
Miren.
Es lo que nos pasa a todos Nerim, para todos nuestra madre es alguien muy importante, y su ausencia siempre deja grandes abismos en nuestras almas.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Elena!! Vengo a saludarte y a agradecerte tus cálidas palabras de afecto y preocupación. Tu amistad me dió fuerzas en estos días duros.
ResponderEliminarGRACIAS AMIGA!! TE QUIERO MUCHÍSIMO
BESOSSSSSSSSSS
Una belleza de escrito!
ResponderEliminarMe encanta la música que pasas...(creo no habértelo dicho) la disfruto realmente.
Saludo y beso
Que guapa es tu madre porque no lo digo en pasado porque las personas que lo eran siguen siendo.
ResponderEliminarMe cuesta mucho mirar las fotos de la familia porque se me hace un gran nudo en la garganta y me pongo a llorar, hay demasiadas desapareciones en mi familia importantes y se extrañan tanto que prefiero recordarlas en mi corazon.
Con cariño
Mari
Gabriela, no tienes nada que agradecer, para eso están las amigas.
ResponderEliminarYo también te quiero.
Besos.
Gracias 1600, me halaga que te gusten los textos y la música que me ocupa y preocupa para el blog.
ResponderEliminarBesos.
Así es Mari, es muy triste ver esas fotos de las personas que ya se fueron. Yo tengo la enorme suerte de tener a mis padres a mi lado.
ResponderEliminarUn beso.
¡Qué bonito!
ResponderEliminar¡Cuánto me ha gustado leer esto!
Adelaida, ¿te estás poniendo al día con la lectura? jajaja.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste.
Un beso.
¡Qué suerte poder contar con una madre así! Seguro qu ha leído con orgullo estas líneas tan bonitas.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que sí, tengo mucha suerte de tenerla.
ResponderEliminarCreo que sí ha leído el post, pero ha preferido que no lloremos juntas.
Un beso.
Estimada Elena...
ResponderEliminar¡Qué escrito tan bonito sobre vuestra madre que parece demostrar que tu también eres mujer de un solo filo y cumples aquello 'de tal palo...'
A veces hay esculturas a personas anónimas...gente que no hizo nada y lo hizo todo. Esas son las que más me gustan...
Un abrazo para ambas!
No Dadista, ya me gustaría parecerme más a mi madre. Tengo muchas cosas suyas pero ella me supera en casi todo.
ResponderEliminarEs verdad, creo que a la entrada de cada ciudad debería haber una escultura en honor a las madres.
Un abrazo para ti.
He leído tu último texto. Sí, yo también creo que saldremos a flote, aunque a costa de mucho sacrificio y penalidades, sobre todo para algunos. Eso, en lo material; en lo espiritual o en lo moral, no me gusta ver el camino que toman las cosas. No me gusta ver cómo cuanta gente se llena la boca con principios colectivos como la solidaridad, dichos pero no hechos, y nada se dice de los principios individuales: esfuerzo, sacrificio, responsabilidad, de los que nadie habla y pocos los practican, por eso comento este viejo artículo suyo dedicado a su madre. Precioso y todo un ejemplo. Un saludo muy cordial.
ResponderEliminarBienvenido "desdelaterraza", y gracias por leer algunos de mis post. A éste concretamente le tengo un cariño muy especial, sabrás entender por qué.
ResponderEliminarSuscribo tus palabras, estamos inmersos en una crisis de la que pretendemos salir sin esforzarnos. Los valores del esfuerzo, el trabajo y la disciplina parecen no ir con nosotros.
Esperemos que al final veamos la luz.
Un abrazo.
Ya no tengo quien me bese el alma.
ResponderEliminarEse amor dispuesto a todo y esperar nada.
Los recuerdos, siempre son los paseos por las calles del ayer, que te hacen volver a senntir.
Muy emocionante y tierna tu entrada.
Ya no tengo quien me bese el alma Pluma, ni donde buscar el cosuelo, sólo me quedan los recuerdos, y son tantos...
ResponderEliminarUn beso.