viernes, 14 de octubre de 2011

CAÍN vs ABEL

“Nadie es una sola persona, tú, Caín, eres también Abel.”
                                                  José Saramago “Caín”


Hoy me descubrí una sonrisa de maldad en el espejo. Pensé que sería algo pasajero y me desnudé para meterme en la ducha. Dejé la epidermis colgada del perchero y me abandoné al abrazo del vapor que me vistió de nube.
Quise en aquellos momentos que algún (mal)pensamiento y todas las tensiones del día se licuaran con las gotas de agua que caían por las baldosas blancas de la pared hacia abajo, en delgados hilos de humedad, y comprobé satisfecha que se los tragaba el sumidero en una espiral infinita hacia el abismo donde los malos pensamientos pierden su nombre, aunque a veces te gritan desde el fondo para recordarte que aún no se disolvieron del todo.
A veces es bueno dejarse lavar arterias y tuétano, colocar el cerebro debajo de la ducha, desnudo, justo en el centro, dejando que el agua arrastre, tibia y lenta, todos los trozos de piel muerta que el tiempo nos tatuó a fuego y cincel. También lo que nos hace daño aun naciendo y creciendo desde nosotros mismos.

Salí y me sequé despacio, con cuidado de no abrir heridas, pues a pesar de estar ocultas, las noto como cristales rotos que se clavan por mil aristas que te recuerdan que aún no han dejado de supurar.
Me noté limpia, por fuera y por dentro, como una hoja de papel en blanco en la que escribir de nuevo.
Lo que no he llegado a comprender es por qué aún mantengo esa estúpida sonrisa en el espejo.

57 comentarios:

  1. Bueno, pero ¿dónde has metido a Caín o, a la inversa, en dónde has dejado a Abel?

    Decía Unamuno que la existencia de CAINES se debe a las exhibiciones de ABELES. Es decir, es la representación pura de lo que significa el catarro permanente de los españoles : LA ENVIDIA.

    ¿Qué parte cerebral de Elena envidia a la Abelita de Elena?

    ResponderEliminar
  2. Javier, envidiar, lo que se dice envidiar, no creo que se envidien, más bien se conocen y se reconocen demasiado bien. Digamos que a veces hasta una se sorprende de la otra.
    Lo que está claro es que existen las dos, sin que por ello pienses que tengo doble personalidad.
    En realidad, soy bastante previsible.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Hola Elena!! Un relato precioso. Quien no tiene una pequeña dosis de maldad en algún momento. Eso es parte del ser humano. Trataste de que ese maravilloso baño te limpiará y lo hizo porque tu esencia es buena, esa sonrisa solo es un pensamiento, una idea momentánea que se evapora como las nubes del agua caliente. Te felicito amiga, escribes de una forma muy bella.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  4. Dichosa tú que sabes lavarte por fuera y por dentro, desprenderte de eso que hace daño aún naciendo dentro de nosotros, pues no es fácil.

    La dualidad está en todo lo existente en el universo: luz/oscuridad, sonido/silencio, calor/frío, movimiento/quietud, etc.
    La cuestion es que dependemos de esa dualidad
    para nuestra existencia, la una sin la otra no tiene sentido.
    Un abrazo y buen fin de semana

    ResponderEliminar
  5. Elena esas sonrisas pueden ser una válvula de escape de tu organismo, para no caer en una profunda depre.

    ResponderEliminar
  6. Hola Elena. Un texto muy profundo que invita a reflexionar.

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Gracias Gabi por tu comprensión. Una pequeña dosis de maldad a veces es necesaria, aunque en algunas personas es lo habitual.

    Gracias también por los halagos.
    Un beso amiga.

    ResponderEliminar
  8. Hola amiga :
    Estamos hechos de ambas materias y cada nuevo día trata de sobresalir la una de la otra .
    No somos perfectos y de vez en cuando va muy bien reencontrarnos con nuestro verdadero yo .
    Hacer balancede los pros y los contras , para proseguir el camino libre de cargas .
    Buen lugar el que has escogido : El agua : fuente de energía , la soledad ...
    Me gusta mucho tu relato amiga .
    Chapeau !!

    ResponderEliminar
  9. Sí Chelo, el ser humano es la conjunción de una serie de cualidades y sus contrarias.
    Y no creas, hay veces que por mucho que pongo la cabeza bajo el grifo no se quitan las manchas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  10. Puede ser Mamuma, de alguna manera hay que desahogarse.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Muchas gracias Mistral.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Hola Elena.
    No, no somos perfectos, aunque andamos luchando contra lo que nos hace daño, aunque, como digo, provenga de nosotros mismos.
    El agua... el mejor sitio.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  13. Estimada Elena...

    Puede ser tan hecho cierto que el 'conocete a tí mismo' contiene maldad como que Cain y Abel no son sino el choque de dos lineas paralelas.

    ¿has visto a dos niños?

    sds!

    ResponderEliminar
  14. Hola dadaista.
    Así lo creo yo también, todos tenemos una parte de maldad.
    ¿Los niños? son malvados y egoístas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Hola Mª Carmen, el equilibrio sería lo ideal, pero a veces es tan difícil mantenerlo.

    Un beso guapa.

    ResponderEliminar
  16. No hay yin sin yan...
    Un beso y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  17. Estimada Elena...

    ¡Protesto!...Los niños no son malvados y egoistas. Cuando se es malvado y egoista es cuando precisamente se deja de ser niño...Es entonces cuando se ha formado la escala de valores...quien o qué es bueno, quien o qué es malo...Creo.

    Los niños a los que te he hecho referencia son estos

    sds!

    ResponderEliminar
  18. Incluso la buena luz no apaga del todo alguna sombra juguetona que intenta amargarnos el día.
    Yo hoy sé algo de eso.
    Agua en la piel, aire en la cara, es lo que no soportan, y decirle las cosas claras.

    Un abrazo Elena

    ResponderEliminar
  19. Me da la impresión, por la estúpida sonrisa del espejo, que el que se ha ido por el sumidero es Abel. ¿O ha sido Caín? Seguro que algo de los dos todavía ha permanecido. Si no tenemos el malñ para comparar ¿como distinguiremos el bien? Un abrazo

    ResponderEliminar
  20. Elena, de una simple sonrisa que vistes en el espejo hay que ver el relato tan estupendo que te ha inspirado. Eres genial.
    No hay mas satisfacción que al final del dia meterte en la ducha calentita, cerrar los ojos y solamente sentir las caricias del agua sobre ti y no pensar en nada, ni malo ni bueno, solo sentir.
    Un fuerte abrazo mi querida amiga.

    ResponderEliminar
  21. Todos llevamos dentro luces y sombras, todos somos muchos a la vez. No sorprendemos cuando encontramos en nuestro rostro un gesto que despreciamos en otros; pero en realidad estaba dentro de nosotros desde que nacimos, es solo que se tiene que dar la situación límite que lo rescate. Desde luego, ser conscientes de ello y hacer una buena limpieza es el mejor método para combatirlo. Si después de esa depuradora ducha el mal gesto no ha desaparecido, hay que seguir intentándolo.
    Tus textos están llenos de contenido, siempre nos hacen pensar.
    Feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  22. Eso dicen Sonrisa.
    Para conocer algo hay que compararlo con su contrario.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  23. Dadaista, los niños actúan de forma inocente, son egoistas desde el punto de vista del adulto.

    ResponderEliminar
  24. Así es Juan, hay sombras que se resisten a la luz.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  25. Espero, Felipe, que no se haya ido ninguno de los dos por el sumidero, quedaría sólo media Elena.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  26. Qué razón tienes Teresa, no hay nada como una ducha relajante, sentir que todo lo que nos perturba se deshace bajo el agua. Y no pensar en nada.
    Gracias amiga, un beso.

    ResponderEliminar
  27. Manuel 72a. Sorprendente y entrañable tema. Invita a reflexionar acerca de la influencia que cada uno de ellos, ejerce sobre nuestra personalidad y de buscar la forma de purificarse.
    Antes de que Caín y Abel, tomaran las antorchas del bien y del mal, ya el homo sapiens, trataba de arrojar por el sumidero de las cataratas que usaba como ducha,los genes de la avariacia, anvidia y todas esas cosas que engrendran el mal y que como erencia anti- gua,son inherentes a la condición humana.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  28. Mercedes, suscribo al cien por cien tu comentario.
    En realidad somos un cúmulo de luces y sombras, lo importante es conseguir que la sombra nunca gane la partida.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  29. Manuel, desde el inicio de los tiempos el hombre no ha sido ni bueno ni malo del todo. Un poco de maldad es inherente al ser humano.

    Un abrazo Manuel.

    ResponderEliminar
  30. Elena, hoy me ha gustado esa sonrisa tuya. Saber reirse alivia las heridas del álma. Es bueno dejar que se lleve el sumidero todo lo malo que nos acecha.
    Besos.

    Maripaz

    ResponderEliminar
  31. Gracias Maripaz. Es lo que se intenta, arrojar lo malo por el sumidero, a veces lo consigo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  32. Da la impresión que hubieras acudido al espejo, después del ceremonial del agua, con el deseo de que aquella sonrisa ya no estuviera allí mirándote. Pero somos como somos y por más que nos empeñemos en lavarnos parece que siempre hay algo que nos impide ser absolutamente felices, aunque quizás una forma de alcanzar mayor felicidad consista en intentar serlo. Una enérgica ducha diaria que arrastre lo malo, dejando lo bueno, puede ser una buena manera de conseguirlo. Un saludo. Bueno, aparte del fondo, me gusta la forma de contar tus cosas. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  33. sonrisa de maldad, centrifugado bajo la ducha y sonrisa de bondad luego, eso es todo, Elena y su limpia lavandería
    saludos blogueros

    ResponderEliminar
  34. Desdelaterraza, como bien dices uno es como es, y por más que hagamos propósito de enmienda, nunca dejamos de ser lo que somos. Aunque no está mal que luchemos por nuestra parte positiva.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  35. Ojalá fuese tan fácil José Antonio.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  36. Dñª.Elena, excelente relato, de lo que es la esencia de las personas, de lo que todos llevamos dentro, de la lucha interna que nos corroe, de las sonrisas de maldad y las carcajadas de alegría que salen de dentro y nos estallan en la garganta, y que cuando salen de nuestra boca, lo llenan todo, contagiando a los demás; por eso hay que dejar muchas veces la epidermis colgada de una percha mientras nos bañamos, para poder ver lo que no funciona dentro de nosotros, eso que llaman examen de conciencia, también de inconsciencia,esa que nos alerta y revuelve en nuestro cerebro dando toques de campana sembrando la duda, si, hay que lavarse bien para despejar esa duda que nos atenaza.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  37. Todos tenemos ango de ying y yang y eso nos hace más interesantes. La cuestión es cuál predomina sobre el otro.

    Besos.

    ResponderEliminar
  38. D.Manuel, como siempre tan acertado en su comentario.
    Es un honor su visita.

    ResponderEliminar
  39. Esa es la cuestión, cuál predomina sobre el otro.

    Un beso Tawaki.

    ResponderEliminar
  40. Qué bueno, qué bueno, qué bueno este relato, de verdad, Elena!

    Caín, Abel... quién somos en realidad?

    Hay veces en que esa epidermis de la que tú has sido capaz de despojarte para darte un buen chapuzón purificador, se nos queda adherida, pegada, soldada a nuestra naturaleza y somos incapaces de desprendernos de ella, ya sea, la de Caín, ya sea la de Abel...

    Tendremos que practicar!

    Un besote!
    ;)

    ResponderEliminar
  41. Bueno Edurne, por ahí dicen que somos una mezcla, y lo importante es distinguir cuál de ellos vence.
    También se habla de equilibrio, ya sabes, para no ser tonto de bueno, jeje.

    Un beso y gracias.

    ResponderEliminar
  42. Tu sonrisa, amada Elena, es posible que siga esperándome. Llego con retraso por los avatares de los sumandos de los días, pero vengo a rendirme a tu palabra. Aún en pijama, del que estoy a punto de desprenderme, también quiero vestirme de nube con el vapor de la ducha, para mí un poco más que tibia, y sentir cómo me rehabilita. De leerte aprendo a sentir, a escribir, a amarte cada vez más. Besos.

    ResponderEliminar
  43. Mi palabra siempre te espera, pero no para enseñarte sino presta a la sonrisa.

    Un abrazo Francisco.

    ResponderEliminar
  44. Elena tenemos sin poderlo evitar una parte de mal en nosotros mismos. Tratamos unas veces de callarla, otras de no oírla y otras de dejarla en el sumidero de la ducha, como tan hermosamente has escrito. La cuestión esta en que nuestra parte buena, generosa, sea mucho mas importante y minimice la parte picara o maliciosa.
    Yo no pienso que eso sea malo, solo que ambas actitudes van juntas y solo tenemos que ser capaces de equilibrarlas, para no pasarnos ni de una ni de otra.
    La sonrisa maliciosa ante tu espejo, todos la hemos tenido en alguna ocasión.
    Un beso guapa y que tengas una buena semana

    ResponderEliminar
  45. Luisa, no tengo nada que aportar a tu espléndido comentario, has resumido perfectamente la esencia del post y suscribo tus palabras al cien por cien.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  46. Llegué Elena, y disculpa. Yo tengo otros problemas con la ducha y la verdad es que en estos momentos más que sonreír hago muecas al tonto del espejo que se ríe de mi.
    El agua lava, por fuera, por dentro somos nosotros los que debemos limpiar y lamernos las heridas, que son invisibles a los ojos de los demás.
    Me has alegrado el día a pesar de que hoy no me podré duchar a gusto.
    Bss

    ResponderEliminar
  47. No te preocupes Katy, ya sé que andas muy liada con el baño.
    Al tonto del espejo sácale la lengua.
    Y tómate con calma la obra, tu recuperación y los blog.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  48. Sería bueno poder dejar en blanco un folio, después de "limpiarnos" por dentro y por fuera, y empezar de nuevo.
    Un beso

    ResponderEliminar
  49. Sería estupendo Isabel.
    La de folios que habría echado yo a la papelera.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  50. Preciosa canción de fondo de un artista que me encanta.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  51. A mí me encanta Damien Rice Juan.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  52. Preciosa entrada llena de reflexión. Enhorabuena, y felicidades también por tu blog, ya tienes un seguidor más. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  53. Gracias y bienvenido Pepe Lasala.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  54. Muy erótico relato, eso es lo que tenéis las acuario, que os gusta mucho el agua hasta el de la simple ducha y la imaginación os invade.
    Muy bonito.
    Te tengo que decir que mis dos esposas son acuarios y me llevo estupendamente con las, pues se encuadran muy bien con los aries.
    Un abrazo y me incorporo si me dejas como seguidor tuyo ¿Vale?

    ResponderEliminar
  55. La suavidad del agua llegando en los márgenes incansablemente. Nos hace ser valientes (orillando la maldad).

    Un beso.

    ResponderEliminar
  56. Hola Vicente, bienvenido. Será un honor para este callejón que te quedes.

    Y sí, me encanta el agua, es mi medio.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  57. Lavela, al menos se intenta (orillar la maldad).
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu comentario

Related Posts with Thumbnails