"La vida no es más que un interminable ensayo de una obra
que jamás se estrenará."
Nadie sabía que tenías un puñal clavado bajo la piel y que te despedías mientras se rompían nuestros corazones en latidos de ceniza. Te llevaste el verano para siempre y nos soplaste el viento y la lluvia en los lagrimales. Ahora sé que me engañaban las palabras que no me decían tus ojos como cuando era niña y me mentías jugando a ser único y perfecto.
Querías ser el protagonista de una de mis historias y ahora las ocupas todas en mi memoria, porque aunque las palabras no te cuenten, se desangran en silencio dejando un reguero viscoso serpeando los renglones que vomito. Y mientras, los días me rehúyen susurrándome canciones tristes en la nuca y empujándome hasta una encrucijada en la que sólo se atisban vías muertas y callejones sin salida trazados con geometría laberíntica.
He colocado todos los espejos de perfil en un último intento por ver reflejada la otra cara de la vida, la sonrosada, la risueña, la amable, la que tú disfrutabas; pero sólo he conseguido vislumbrar la mitad de una tristeza ahogada en media lágrima emborronada.
Hace mucho jugabas con mi inocencia y me hacías creer que eras único y perfecto, y aquella niña llegó a pensar que las cosas perfectas eran inmortales. Sólo te faltó decírmelo ahora, una vez más, y que yo me lo creyera.
El tiempo me enseñará a vivir sin ti pero jamás me enseñará a olvidarte.
Magnífico epitafio mortuorio.
ResponderEliminarEsas frases, resultado del perfecto encadenamiento de palabras, suenan a música aunque sea música de requiem.
Pero qué bien escribes, cordobesa.
No sé si tardas mucho o poco en redactar estas obras de arte pero estoy seguro que son fruto de muchas meditaciones.
Un cariñoso abrazo
Tus palabras hoy más que nunca, calan muy hondo querida amiga.
ResponderEliminarme emocionaste de verdad.
Un abrazo inmenso!!
No se si unico y perfecto, pero era mi Papa.
ResponderEliminarOcupabas tanto espacio y es que no te me vas de la cabeza. Cualquier cosa que haga, que diga, ahi estas tu
Te echamos tanto de menos
Te quiero
Estás en lo cierto Tella, cualquier texto por corto que parezca es fruto de mucha meditación, por ello no me prodigo con mucha frecuencia.
ResponderEliminarGracias una vez más por los halagos.
Otro cariñoso abrazo para ti.
Silvia, mis palabras salen de lo más hondo, por ello, creo, calan hondo.
ResponderEliminarGracias.
Un beso.
Antonio Jesús, nos tenemos, y ello hace que el espacio no nos parezca infinito.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo apretao.
"El tiempo me enseñará a vivir sin ti pero jamás me enseñará a olvidarte"
ResponderEliminarYo que lo he vivido no hace tanto me he dejado llevar por tus sentimientos, porque las palabras cuando emocionan son sentimiento. Esta vez el texto no supera a la vivencia dolorosa de una pérdida a pesar de ser bello. Y si me he emocionado con estas letras me ha llegado muy hondo el comentario de tu hermano que vibra al unísono, con los mismos latidos de tu corazon.
Mi cariño se siempre Elena.
Katy, tus palabras me dicen que te llegaron las mías, que te emocionaron. Somos muchos los que vibramos al unísono, a pesar de la distancia, porque los sentimientos no saben de latitudes.
ResponderEliminarUn beso enorme, amiga.
somos muchos los que nos acordamos de el a diario y aun no nos hacemos a la idea de entrar a Carteya y saber que ya no lo veremos por donde siempre lo veiamos, aunque si tenemos claro que su recuerdo siempre estara muy vivo dentro de nosotros y como siempre me decia,aunque fuera ya con el coche arrancado y el maletero cerrado...:"sobrino, si Mahoma no va a la montaña,...". Un beso allá donde estes y que sepas que aun me queda una de las botellas de la ultima vez que nos vimos...
ResponderEliminarNo tengo palabras, emociona el leerte.
ResponderEliminarUn beso guapa.
Hola Julio, me alegro mucho de verte por aquí.
ResponderEliminarComo dice mi hermano, es mucho el vacío que ha dejado, todo resulta tremendamente raro, las vecinas lo echan de menos a la hora de comprar el pan, los niños que bajan para la escuela, las cajeras del supermercado,... todo el mundo, y cómo no, nosotros su familia no acabamos de creer que ya no nos alegrará con sus bromas.
Un beso para Yolanda y los niños, y uno enorme para ti.
Sonrisa, a veces no hacen falta palabras.
ResponderEliminarUn beso para ti, guapa.
una historia triste , me ha emocionado , muy bella forma de expresar esos sentimientos del amor.
ResponderEliminarun beso gigante. para ti.
Elena...
ResponderEliminarSe aprende a vivir sin esa persona, pero nunca impedirá que se borré de tus recuerdos. Son tuyos e imperecederos. Que no se pongan los espejos de perfil, que muestren la vida, el amor, todo lo que te rodea, y que el recuerdo sea la mejor medicina. Impresionantes letras, amiga.
Un beso, paisana
Es lo mágico de los recuerdos, que siempre están ahí.
ResponderEliminarGracias por tu visita Silenciodelanoche.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y vuelve cuando quieras.
Félix, el ser humano es fuerte y se adapta a todas las circunstancias, ésta no será menos. Lo sé.
ResponderEliminarGracias, un beso paisano.
Mamuma, al final es lo único que nos queda, el recuerdo de quien se fue.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bonito, aunque triste, Elena. Cuando se tiene la enorme suerte de tener un buen padre se le llega a idealizar hasta el punto en que piensas en esa inmortalidad de lo perfecto.
ResponderEliminarAsí son las cosas, quizá los desgraciados sean los que no deban pagar ese precio. A ti te quedan unos recuerdos que muchos nunca tendrán y míralo como una suerte. Y una bella fuente de inspiración.
Un beso Elena.
Lo intento, Candela, pero ahora sólo sé expresar mi tristeza. Como bien dices es lo único en lo que encuentro inspiración.
ResponderEliminarUn beso Candela.
Los recuerdos son los alegres momentos que nos da la vida para no olvidar nada de lo que fue la vida de personas que hoy se añoran. Me alegro de haberte conocido...
ResponderEliminarBesos amiga. Es agradable compartir contigo y saber cada día algo más de una gran persona.
También yo me alegro de haberte conocido Paco.
ResponderEliminarSiempre eres bienvenido a esta casa.
Un beso.
Cuanta belleza en estas tristes palabras que esconden recuerdos y anhelos maltrechos por la terrible desolación que trae consigo tan inestimable pérdida. Escucho el lamento de tu alma y lo comparto, porque he pasado por la misma situación. Al final, llegará ese sentir pausado de lo compartido que ocupará el trozo de nosotros que se llevan consigo.
ResponderEliminarUn beso
¡Magnífico Elena!
Gracias Mª José. Me anima saber por los que ya lo habéis vivido que todo se calmará.
ResponderEliminarUn beso.
Vaya Dñª.Elena, este relato es como un grito desgarrador en el valle de los recuerdos, que nos lo devuelve en forma de eco, para no olvidarnos de esa persona que se fue.Preciosa y triste exposición de sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Manuel. No olvidar para que siga viviendo en los recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Elena, cuesta...cuesta mucho acostumbrarse a vivir sin las personas amadas. Esas palabras tuyas brotan de un corazón desconsolado, roto,no lo podemos evitar, el dolor está ahí. Solo en el fondo del álma, podemos sentirles de nuevo cercanos, y eso no nos puede quitar nadie.
ResponderEliminarUn beso cercano y emocionado por tu dolor.
Gracias por tu apoyo Maripaz.
ResponderEliminarUn beso.
palabras como las tuyas hacen que me quite la máscara que esconde mi autentico yo, un yo poético ¿?...
ResponderEliminarEstimada Elena...
Creo que la tristeza es como los días de lluvia, y es que no podemos prescindir de ellos, porque si no hubiera días de lluvia, los días de sol dejaríamos de disfrutarlos.
Aquellos días soleados pasaron...nunca volverán y hoy llueve. Pero a la vuelta de la esquina otro día de sol nos espera, y entonces otros pulgones saldrán de debajo de las hojas...o así ha sido hasta ahora.
Un abrazo para tí y tu familia, con todo mi corazón.
Sé que el ciclo de la vida es como cuentas Dadaista, pero en él también cabe la tristeza, y ahora es mi tiempo de congoja. Tengo que pasarlo, llorando o escribiendo, pero tengo que pasarlo.
ResponderEliminarGracias. Un beso para ti.
Nadie es perfecto en esta vida, pero sabemos que por encima de todo esos fallos habia una persona que te queria y creo que lo sabias y lo demostro todo este tiempo.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Primavera
Precioso amigo, vengo desde los Roscos de Luisa y yo si que vengo desde el Zoco jejejeje. BESOS AMIGA
ResponderEliminarAMIGA QUERIA DECIR...
ResponderEliminarempujándome hasta una encrucijada en la que sólo se atisban vías muertas y callejones sin salida
ResponderEliminarBellas palabras para enaltecer un recuerdo.
Pero toíto se lo consiento menos el pesimismo que desprenden.
Tras una caída hay que recuperar fuerzas y volver a la senda.
Por larga que sea la noche, siempre amanece.
Primavera, mi padre me decía que era único y perfecto como una broma, lo decía y se reía.
ResponderEliminarYa de mayor dejó de decírmelo, sería porque sabía que ya no me lo creía.
Un beso.
Carol no me digas que eres cordobesa. Yo suelo comprar siempre en el Zoco. Quién sabe, lo mismo nos hemos cruzado más de una vez.
ResponderEliminarUn beso y bienvenida.
Aspirante, no es pesimismo, es melancolía por el recuerdo.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo.
Hola Elena, sólo dejarte un sincero abrazo intentando que sea una gota, que mitigue esa melancolía.
ResponderEliminarGracias Mistral por esa gota. Ya sabes, gota a gota se acaba llenando el vaso.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Elena.
ResponderEliminarBonita entrada, como siempre.
Un abrazo.
Ahora entiendo, pero muchas personas que al principio las vemos imperfecta despues de un tiempo se cambia la forma de verlas, encuentres en ellas la perfeccion...y eso en un padre es algo que comparto, tendran fallos pero para nosotros son pefectos.
ResponderEliminarFeliz domingo
Primavera
Gracias Adelaida.
ResponderEliminarUn beso para ti.
Un beso Primavera.
ResponderEliminarElena el duelo que estas llevando por tu padre, te hace sacar tristes pero bonitas palabras, que seguro te tranquilizan al escribirlas.
ResponderEliminarComparto contigo tu pena, que solo el tiempo suavizara, pero mientras llega ese momento no dudes en escribir y compartirla con nosotros que te queremos y te escuchamos.
Quédate con los buenos recuerdos, son los que te ayudaran a sentirlo a tu lado.
Un fuerte abrazo lleno de cariño.
Cordobesa, es lo que intento, pero esos recuerdos me hacen escribir así, no me salen otras palabras que no sean dolorosas.
ResponderEliminarGracias por tu apoyo.
Un beso Luisa.
Así es Mª Carmen, ese es el único consuelo que nos queda, saber que siempre nos tuvieron a su lado, que el cariño era recíproco y que permanecerán en nuestro recurdo para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hay manera de que los espejos nos cuenten lo que deseamos ver. Madoz para siempre...
ResponderEliminarUn beso.
No hay manera Tawaki, a pesar de nuestro empeño, ...y a pesar de Madoz.
ResponderEliminarUn beso.
La primera visita, a mi cuñada.
ResponderEliminarLas primeras emociones con este Tú.
Cuñada doy gracias a este blog, porque detrás del jijí jajá de mujeres que suele acompañar nuestras reuniones familiares; detrás de aquellas noches de rumikub de los años catapumchimpún; de aquellas tardes de recien-casadas que compartimos; de tragos buenos y menos buenos...este blog me enseña cuántisimo más me queda por conocer de ti...
Chapeau!! cuñada....
Es justo lo que explico en la siguiente entrada Ana, este blog me "trajina", me abre el corazón y desnuda mis sentimientos dejándome a la vista de todos.
ResponderEliminarEspero que sigamos conociéndonos, aunque sea con los jijí y jajá de las reuniones familiares, que también enseñan partes de nosotras.
Gracias, te quiero.